Por Andrés Bonilla.
Rep. Dom. – Juan Temistocles Montás, quién durante los gobiernos de Leonel Fernández y de Danilo Medina ocupó varios cargos de gran relevancia, entre los cuales se encuentra el de ministro de Industria y Comercio, forma parte de los tres miembros del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana favorecidos con la decisión del Ministerio Público, de archivar de manera provisional sus expedientes con relación al soborno de los 92 millones de dólares entregados por Odebrecht a funcionarios, legisladores y y dirigentes opositores a cambio de la aprobación una serie de contratos para construcción de obras en diferentes puntos del país.
La población dominicana aún tiene muy bien presente que Temo, como comúnmente se le conoce a Temistocles dentro y fuera del partido morado, mientras era mantenido en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a espera que que se le conociera medida se coerción por el caso, advirtió que haría revelaciones contundentes sobre el escándalo de trascendencia nacional e internacional.
En efecto, el también expre-candidato presidencial peledeista admitió haber recibido dinero del representante y enlace de la constructora brasileña Ángel Rondón en tres ocasiones, pero aclaró que los recursos fueron para la campaña de su organización política y no para beneficios personales. Él asegura que no sabía que el dinero formaba parte del soborno.
El otrora influyente dirigente del Partido de la Liberación Dominicana fue muy preciso al señalar que la primera partida de dinero fue para la campaña del año 2008 que él mismo dirigió en San Cristóbal, la segunda con el mismo objetivo en la víspera de las elecciones del 2012 en San Juan de la Maguana, y la tercera para el financiamiento del proselitismo correspondiente al 2016 en la Región Este.
El ex-funcionario tuvo excelente memoria para citar entre quienes firmaron contratos con Odebrecht al actual ministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo, al ex incumbente de ese organismo Víctor Díaz Rúa, a Simón Lozardo, a Vicente Bengoa y a Daniel Toribio. Sin embargo la memoria al parecer le falló y no le permitió preguntar o investigar el origen del dinero llegado a sus manos para financiar parte de la campaña del expresidente Leonel Fernández y del actual mandatario Danilo Medina.
En el momento en que la atención pública nacional permanecía centrada en el proceso judicial en contra del grupo de imputados el presidente del senado y secretario general del PLD, Reynaldo Pared Pérez, se apareció en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a visitar a sus compañeros. El diálogo con Temo se salió de tono, situación que fue motivo de diferentes interpretaciones en diversos sectores. El hombre que dijo haber pasado por el lodazal pero que no se enlodó se vio precisado a salir raudo y veloz de la cárcel preventiva.
En el caso de Julio César Valentín, senador de la provincia de Santiago, este tuvo que hacer varios pronunciamientos públicos que incluyeron poner su cargo a disposición del partido y abrir su patrimonio al país para que se le investigue con relación al caso. De su lado el exvice-presidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctrica Estatales, Radham Segura, insistió en que las imputaciones en su contra carecían de de todo tipo de soporte jurídico.
Ya los 3 de los 35 miembros del poderoso Comité Político del PLD implicados en el caso Odebrecht están fuera del expediente, al cual ahora entra el dirigente del Partido Revolucionario Moderno Chu Vásquez, quién por su condición de opositor no tiene un padrino de gran poder político.
En la depuración del expediente, si es que se le puede llamar depuración de un expediente, no corrieron la misma suerte el senador de San Cristóbal Tommy Galán y el ingeniero Víctor Díaz Rúa, ambos miembros del Comité Central del partido morado e incluido en la acusación formal. Al ex ministro de Obras Públicas Díaz Rúa se le conoce como un hombre leal y de entera confianza del ex presidente y aspirante a regresar al poder Leonel Fernández.
Hoy la oposición política, la sociedad civil y otros sectores coinciden en señalar que la frase bíblica utilizada en aquel momento por el procurador general de la república, Jean Alain Rodruiguez, de que en el expediente están todos los que son y son todos los que están cayó en el vacío, pues esos sectores interpretan que se trata de un show político donde ganan los que tienen el poder y pierden los que están en la oposición.