Por. Andrés Bonilla
Rep. Dom. – Los encuentros entre el expresidente de la República Hipólito Mejía y el actual gobernante Danilo Medina Sánchez pueden ser o no pueden ser fortuitos, pero la realidad es que ambos dirigentes políticos «coinciden» con mucha frecuencia en actividades encabezadas por el primer mandatario de la nación fuera del Palacio Nacional.
El más reciente cara a cara fue el lunes 23 del presente mes de abril en la inauguración del Centro de Convenciones y Cultura Dominicana de Santiago, en presencia de altos funcionarios del gobierno, de legisladores de diferentes partidos, de empresarios, de académicos, de miembros de la prensa y de integrantes de otros sectores de la sociedad dominicana.
En este nuevo encuentro a ninguno de los dos dirigentes políticos les importó que las cámaras fotográficas y de televisión fueran dirigidas hacia ellos, que decenas de personas tuvieran grabando con sus celulares y que los periodistas anotaban en sus respectivas libretas todos los detalles de sus gestos para saludarse, sonreír y hasta tomarse del brazo.
Tal y como lo establecía el protocolo de la ocasión, ambos fueron sentados en la misma mesa pero no uno al lado del otro. Lo separaba el doctor Priamo Rodriquez Castillo, Canciller del Sistema Corporativo Universidad Tecnológica de Santiago UTESA y presidente del Centro de Convenciones y Cultura Dominicana, razón por la cual no se tomaron de las manos cuando el Obispo emérito, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio invitaba a los presentes a rezar el Padre Nuestro.
En fracción de unos segundos, o quizás en fracción de unos minutos, las imágenes sobre el ameno encuentro entre el actual y el expresidente de los dominicanos circularon por el mundo. La magia de las redes sociales se encargó de que millones de personas se enterarán del hecho y de inmediato le dieran diferentes interpretaciones.
El mandatario también sacó tiempo para saludar y sonreirles al ministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo y al senador de la provincia de Santiago Julio César Valentín, ambos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana. La impresión tomada por muchos es que Mejía estaba entre sus compañeros de partido. El ex mandatario parecía estar muy cómodo compartiendo con «sus adversarios».
Sin embargo, al denominado «Guapo de Gurabo» no se le vio compartir, sonreír o tomar del brazo al diputado del Partido Revolcuionario Mordeno, Ulises Rodríguez, quien participó en la ceremonia de puesta en operación de la majestuosa obra, ubicada en la avenida Las Carreras, próximo al Monumento a los Héroe de la Restauración.
Dentro y fueran del PRM se interpreta que el comportamiento de Mejía frente al presidente Medina y de algunos funcionarios del gobierno, al igual que otros errores tácticos, lo aleja cada día más de la candidatura presidencial del principal partido de oposición para las elecciones del 2020, y que por el contrario fortalece la figura y la confianza en el licenciado Luis Abinader.
Pero el encuentro del pasado lunes 23 no es el único. Retrocediendo en tiempo es válido recordar que vídeos y fotografias que permanecen en nuestro archivo confirman otras reuniones muy dinámicas entre las dos figuras que en el pasado se enfrentaron por la presidencia de la república.
En estos momentos no se sabe cuando será el próximo encuentro, tampoco se sabe si el mismo será fortuito y dinámico, pero si se sabe que con su accionar el ingeniero Hipólito Mejía se ha encargado de sacarse de circulación así mismo. Su coquetería con el presidente Medina lo está llevando politicamente a la tumba.
Lo sucedido debilita políticamente a Mejia, no obstante, no le quita la candidatura para el próximo certamen electoral porque él nunca la ha tenido y probablemente nunca la llegué a tener. La militancia de su entidad no hace causa común con el danilismo. El ex presidente no ha podido asimilar que el PRM, la sociedad civil, el empresariado, las iglesias y otros sectores quieren figuras de perfil moderado y de suma confianza.