“Los Reyes del Humor” celebraron 30 años de carrera demostrando que “se vale soñar”, pues esta vez la conquista de los humoristas fue el emblemático Teatro Nacional Eduardo Brito. A la sala Carlos Piantini se dieron cita cientos de personas, que incluso viajaron de países como Puerto Rico o Chile para celebrar el aniversario de la carrera de quienes por tres décadas se han mantenido en el gusto popular, siempre sacando carcajadas.
Atrás quedaron los años en que dos simples campesinos salían a las calles a vender maní, cebolla o limpiar zapatos. Miguel Céspedes y Raymond Pozo desde hace tres décadas continúan ganándose la vida, pero bajo los reflectores y sobre los escenarios.
Sin embargo, aunque “han pasado treinta años, faltan treinta más porque esos dos campesinos no han dejado de soñar”.
Su show, denominado “Aquí se vale soñar”, recorrió los personajes que le han valido el cariño del público: Efraín, Tirso, “El Trabalenguista”, “Atención País”, La Miss del Pueblo, El Cabo Azulado, El Show de Pinguilo y Laura en Amanecer fueron la apuesta para hacer reír al público, a la vez que se mostró el largo trayecto del trabajo de los humoristas.
La sala, en donde se mostraron fotos de recuerdo, así como de las películas en las que han actuado, fue escenario del talento y las ocurrencias de las figuras que recibieron del público ruidosos aplausos con cada escena.
El show tampoco se quedó atrás con la música y como muestra de sus múltiples facetas los humoristas se desdoblaron con la interpretación de Omega “El fuerte”, “El divo de Juárez” (Juan Gabriel) y para cerrar su musical “Aquí se vale soñar”, en el que los Reyes del humor expresan parte de las dificultades que atravesaron, pero aunque la calle para ellos fue dura y hubieron noches oscuras, al final el sol brilló.