Por: Charlie Núñez.
Algunos se preguntarán por qué doy brincos tan radicales en los temas que abordo.
Aunque enfoco básicamente temas políticos, un día me voy a deportes, otro día al arte y así a lo que se me ocurra, eso se debe a que escribo lo que me sale del alma.
En esta ocasión hablo de Juan Hubieres, un hombre con una imagen de rebucero que mete miedo.
Ha caído preso, cogido muchos palos, acusaciones de todo tipo y marcado como un anarquista de los que se creen dueños del país.
La fotografía que ven en el encabezado de este artículo, es una corona enviada al funeral no de un chofer ni empresario del transporte, se trata del funeral de la destacada artista, luchadora incansable y trabajadora comunitaria Rosa Tavárez.
Algunos se preguntarán, ¿Qué relación tiene Juan Hubieres con esa destacada pintora? Había un cariño que nació en la década del 70, cuando la afamada artista se trasladaba hasta Bayaguana a dar charlas y enseñar a los jóvenes, donde no había nada para el aprendizaje.
Pocos dominicanos saben que Hubieres es de la primera promoción de cinematografía de la UASD, y que fue militante del Partido de la Liberación Dominicana desde 1978 hasta 1986, renunciando influenciado por un artículo de Bienvenido Álvarez Vega en el que planteaba que el objetivo del PLD era evitar la llegada del PRD al Poder.
Llegó al congreso en el 2010 en la boleta blanca declarándose independiente, marcando distancia con las posiciones del PRD.
Tres exoneraciones que debió recibir durante su periodo en la cámara, una la donó para una señora que requería una operación, otra a una escuela de Taekwondo y la otra la dejó perder.
Es posiblemente el único líder de una Federación de transporte, que no exhibe riquezas materiales, de gran formación intelectual, jugador de ajedrez, solidario, defensor de su gente y hombre noble, ese es Juan Hubieres.