El periódico La Información celebra hoy 102 años abierto a los nuevos tiempos

Por: Ingrid González de Redriguez

SANTIAGO.-Hoy día jueves 16 de noviembre, la gran familia del periódico LA INFORMACIÓN, está de fiesta, celebrando con alegría el 102 aniversario de su fundación. Son 102 años y una trayectoria marcada por un periodismo ético y responsable, desplegado sobre los valores periodísticos que confieren a este oficio propósito y significado, ante la necesidad, de centralidad de la palabra para representar al mundo, al ser humano, y a la sociedad.

Ahora bien, cómo vamos, a través del periodismo a realizar esa ingente tarea de transformar en texto, eso que llamamos realidad, y que constituye, al decir de Descartes, la seguridad inherente que acompaña a la verdad, donde tener certeza significa estar seguro de la verdad de una determinada proposición o hecho. La certeza, así entendida, acompaña a la evidencia, que es la claridad o pertinencia de un conocimiento.

La posibilidad de transformar en texto lo que percibimos y llamamos “realidad” se asemeja a un sistema que tenemos que montar, pieza a pieza, siguiendo caminos diferentes, hoy día imposibles de reducir a la exclusividad de la palabra escrita, en cuanto el siglo XXI es retador, y nos pone de frente a problemas acuciantes en cuya solución todos debemos participar.

El siglo XXI nos pone de frente a la esperanza y los grandes avances de la ciencia y la técnica. Pero también ante la paradoja de un mundo altamente industrializado y especializado, con sectores de gran acceso al conocimiento y el progreso, mucha riqueza y prosperidad, pero también con grandes masas humanas sumidas en la pobreza, el analfabetismo, la insalubridad y el desempleo.

Así vemos que el bienestar se acelera exponencialmente en las naciones del primer mundo y en sectores focalizados de las sociedades, en contrapunto con los sectores vulnerables y con países tercermundistas. Preocupante es la brecha entre el mundo desarrollado y el que lucha por desarrollarse, pues ambos mundos deberán enfrentar juntos inquietantes problemas sociales, políticos, económicos y medioambientales, que requieren soluciones mancomunadas, y mucha voluntad de ambas partes, para un futuro promisorio y sostenible.

Gracias al desarrollo científico y tecnológico que ha impactado especialmente a las comunicaciones, vivimos en un mundo hiper-conectado y rápido, en medio de una cultura “multitarea”, pendientes del correo electrónico, el teléfono móvil, las redes sociales, los chats, la TV, la MTV, la radio y los periódicos. Definitivamente, el mundo vive una recomposición de las comunicaciones y la información, que en el caso particular de la prensa, se ha dado tanto en los procedimientos, como en la transmisión y difusión de las noticias, que ahora llegan en tiempo real por múltiples fuentes informativas, dinámicas e instantáneas.

Hoy más que nunca la gente está más y mejor informada de lo que son, de lo que les interesa, de lo que les está pasando y de lo que acontece en el mundo. Por eso, pienso que también es mayor la responsabilidad de los medios para orientar a su audiencia sobre lo que podría pasar en un mundo utilitarista y deshumanizado, de gente actuando de espaldas al amor y la solidaridad, sólo pendientes de la eficacia, el dinero y el poder. De ahí que la responsabilidad de los medios, es hoy día aún mayor que antaño: junto con la información o la denuncia, deben aportar a la educación, la formación, la reflexión, fomentando la actitud crítica y la acción de los ciudadanos para el logro de un mundo mejor y más humano.

Ha sido superado el tiempo en que la actividad periodística estaba al servicio de unos pocos. Como resultado de las innovaciones tecnológicas que facilitaron el desarrollo de los periódicos en la web y los medios dialógicos electrónicos. Ahora, con los recursos virtuales, cibernéticos, las noticias llegan a los lectores de cualquier parte del mundo con la velocidad de lo instantáneo, permitiéndoles interactuar, opinar, y participar en el debate de lo que acontece en tiempo real. Dado que este es un fenómeno positivo e irreversible, considero que el enfrentamiento del papel con lo digital, esto es de los medios clásicos tradicionales, con los virtuales, no es relevante, pues todos los medios que circulan en papel, en el ámbito mundial, tienen su correspondiente versión digital en el ciberespacio.

El esfuerzo periodístico en el mundo actual debe concentrarse en el contenido, no en su soporte físico. Lo fundamental es que los profesionales de la comunicación hagamos un periodismo de calidad, normado por valores éticos, garantizando la imparcialidad, el apego estricto a la verdad, ofreciendo espacios plurales, idóneos para el análisis, en definitiva que los periodistas apostemos a trabajar la noticia a fondo, esmerándonos en su contenido, contextualización, y justipreciación, creando espacios de libre expresión y auténtica democracia.

Frente al avance arrollador de la tecnología, de una cobertura global de internet accesible a un coste casi cero, en una plataforma que ya cuenta con un registro de 70 millones de blogs y 150 millones de páginas web, desde la cual se envían 210.000 millones de correos electrónicos diariamente, en donde la capacidad de almacenamiento se incrementa de forma exponencial, yendo del gigabyte al exabyte (verbigracia: cinco exabytes representan el equivalente a 37.000 bibliotecas congreso de los Estados Unidos), ciertamente que el periodismo afronta cambios de paradigma.

El desafío que tenemos, quienes hemos asumido la tarea y la responsabilidad de servir al público en su derecho a ser informado, más allá de las materialidades, es de carácter ético. Ante un desarrollo técnico vertiginoso, que avanza mucho más rápido que la conciencia humana que lo controla, nuestro rol ha de ser a favor de la verdad, la pluralidad y el análisis crítico. En consonancia con los 3 mandamientos del Papa Francisco para periodistas. ACIPRENSA (2016). Es deber de todo periodista:

1.- Amar la verdad
“Amar la verdad significa no solamente afirmarla, sino vivirla, atestiguándola con el trabajo”, dijo Francisco. “La cuestión no es ser o no ser creyente. La cuestión es ser o no ser honesto consigo mismo y con los demás”, precisó. “En la vida no todo es blanco o negro. También en el periodismo, debemos ser capaces de discernir entre los matices de gris de los acontecimientos que estamos llamados a contar. Los debates políticos, e incluso muchos conflictos, rara vez son el resultado de una dinámica clara, donde se reconoce sin ambigüedades quien está equivocado y quién tiene razón”, subrayó el Papa.

“La confrontación y a veces el enfrentamiento nacen, en el fondo, de esta dificultad de síntesis entre las diferentes posiciones. Este es el trabajo difícil y necesario al mismo tiempo de un periodista: llegar lo más cerca posible a la verdad de los hechos y no decir o escribir algo que, en conciencia, sabes que no es cierto”.

2.- Vivir con profesionalismo
Vivir con profesionalismo, explicó el Papa Francisco, quiere decir “comprender, interiorizar el sentido profundo del trabajo propio. De ahí se deriva la necesidad de no someter la profesión a la lógica de los intereses partidistas, ya sean económicos o políticos”.

La tarea del periodismo “es por lo tanto favorecer el crecimiento de la dimensión social del ser humano, favorecer la construcción de una verdadera ciudadanía” y también “preocuparse por uno de los arquitrabes de la estructura de una sociedad democrática”.

Es necesario recordar que, “a lo largo de la historia, las dictaduras –de cualquier orientación y ‘color’– siempre han intentado no solo apropiarse de los medios de comunicación, sino también imponer nuevas reglas a la profesión periodística”.

3.- Respetar la dignidad humana
“Si respetar la dignidad humana es importante en cualquier profesión, lo es en particular en el periodismo, porque detrás de la simple historia de un caso hay sentimientos, emociones, y en última instancia, la vida de las personas”.

Pienso que Lejos de toda crisis, de cualquier riesgo de desaparición de los periódicos por el uso de las nuevas tecnologías, asistimos a una nueva era de la información y la prensa, donde el periodismo ha crecido tanto en extensión como en intensidad. Hemos evolucionado en la escritura del papiro y la arcilla, al papel, a la impresión mecánica, a la composición digital, para la impresión tradicional, hasta el último salto del papel a la pantalla digital. El medio ha cambiado, no el oficio. Podemos estar seguros de que, independientemente de las posibilidades de los medios novedosos, el público continuará desarrollando hábitos de lectura para mantenerse informado, apreciando los relatos que gestionen la democracia, la educación, el bien común, la paz y la justicia social.
A lo largo de sus 102 años de trayectoria, LA INFORMACIÓN ha hecho periodismo sobre la base de la libertad de prensa, ofreciendo noticias sobre hechos verdaderos y de interés general, centrados en un punto de vista transparente, independiente, veraz y objetivo.

LA INFORMACIÓN celebra hoy esta fecha, con una solemne Eucaristía en Acción de Gracias, a las diez de la mañana, en La Catedral Santiago Apóstol, el Mayor, reafirmando su profesión de fe como periódico democrático, Formador de una sana opinión pública.

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