Por: Luis Córdova
El arte da lecciones que los políticos deben aprender. En 1985 fue lanzada una de las canciones más famosas y exitosas de la historia: “We are the world”.
La idea fue del músico y activista Harry Belafonte: recaudar fondos para luchar contra el hambre en África. El mundo estaba muy sensible, la pandemia del Sida y los efectos de las guerras y la violencia nos hacían más humanos. Los artistas, tocados por un ángel que empieza de desaparecer, comprendían su misión de trabajar con y para el espíritu.
Michael Jackson y Lionel Richie, escribieron la letra y la grabación contó con la participación de 45 artistas, entre los que estuvieron Tina Turner, Billy Joel, Diana Ross, Bob Dylan y Cyndi Lauper.
La anécdota viene de una pregunta: ¿Cómo se podría tratar con tantas estrellas al mismo tiempo?
La respuesta fue la previsión de Quincy Jones a quien se le ocurrió colocar en un letrero en el estudio para que se viera cuando entrara pudieran leer: “deja tu ego en la puerta”.
Quien hace política debe comprender que el motivo de estar juntos supera, porque en esencia es mayor, a nuestra individualidad. Esa capacidad de reconocer que, más allá de nuestra voluntad, también existe una realidad que se nos superpone, que nos puede exaltar o reducir.
El arte enseña… ¡Ojalá todos aprender un poco
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