El sueño de una oruga

Cuento real de Amor propio.

 

Por: Arislandy Vargas

Una mujer responsable, amorosa y valiosa

Hoy nació una oruga hermosa y muy querida por sus padres a medida que iba creciendo la protegían porque para ellos era su preciada pequeñita,

En su adolescencia siempre estaba rodeada de amigos, nunca se encontraba sola, pues la soledad no es algo que aprendió y no le gustaba, por eso siempre se escondía en la sombra de los demás, pero  ella tenía un sueño y era convertirse en mariposa, pero no lo había logrado, por lo tanto, cuando comenzaba su proceso el miedo y la inseguridad la paralizaban por lo que no llegaba a convertirse en lo que más anhelaba.

Mientras pasaba los meses… ella iba observando las transformaciones de las demás de su especie, esta circunstancia la afectaba de manera tal que se automaltrataba ya que veía las cualidades de los demás y no las propias; sencillamente no se valoraba.

Lo que nunca pensó que su mayor anhelo, un día se haría realidad, mientras paseaba por el parque se encuentra con una mariposa de colores radiante que parecía un hada, y esta le dice ¿Qué te pasa que te veo triste? Ella le contesta: es que no he podido lograr mi sueño. El hada se asombra y le dice; Pero nunca he visto una mariposa tan hermosa, con un color tan peculiar!

A lo que ella le responde: ¿Y dónde está?, me gustaría verla. El hada le dice espera aquí que te voy a enseñar dónde está esa hermosa mariposa de colores únicos.

Cuando el hada regresa lleva un espejo, se lo pone al frente y le dice: “Mírala ahí” Ahora repite después de mi “Yo no me amo, yo me valoro”  ahora quiero que te veas no que te mires y te digas las palabras más hermosas que les dirías al ser más especial de tu vida, esa eres tú.

Y esa tarde la oruga que nunca se vio como mariposa, se dio cuenta, de que solo dependía de ella  ver la obra de arte más sublime que sus ojos habían visto y desde ese momento se ve volar a una mariposa que brilla desde lo alto con su propia luz.

 

“El amor más grande es el que nos tenemos a nosotros mismos”