Una discreta brecha del closet de un apartamento de aparente lujo deja ver, como quien no quiere la cosa, fastuosos vestidos de diseñador (es). Dos voces en crisis se escuchan, como preámbulo a lo que se convertiría, durante una hora y pocos minutos, en un verdadero “tête-à-tête” teatral entre dos pesos pesados de la actuación local: Elvira Taveras y Lumy Lizardo.
“La gran depresión”, como título de la obra, es sólo un juego de palabras. O, más bien, una alegoría a la época gris que vivió el mundo en el año 1929 y la década siguiente, con la caída de la Bolsa de valores de Estados Unidos, que dio inicio a una de las mayores de las mayores crisis económicas de todos los tiempos, como consecuencias de los efectos de la Primera Guerra Mundial.
Félix Sabroso, dramaturgo español, entrega un texto magistralmente escrito, en el que combina drama y comedia, con pinceladas de humor negro, contenido social, salud mental, entre otros tópicos contemporáneos, que han sido catalogados por estudiosos como las grandes tragedias de estos tiempos.
Elvira y Lumy, en sus personajes de Manuela y Martha, entregan interpretaciones de primer orden, cargados de matices.
Actuaciones grandilocuentes, sabiamente alejadas de la afectación, esto último, se convierte en un vicio actoral en el que se suele caer constantemente, cuando no existe un equilibrio consciente entre el texto y la teatralidad.
En escena se puede ver a dos mujeres que cuentan una historia de vida que las ha unido y separado con el mismo nivel de intensidad durante varios años.
Circunstancias éticas, morales, de conveniencias, pero, sobre todo, muy dramáticas, casi tóxicas, en donde es difícil percibir cuándo son mejores amigas, o cuándo son peores enemigas, interrumpidas en sus diatribas por un piano que suena de manera intermitente e intempestiva, cada vez que sus discusiones logran su punto más álgido.
Elvira y Lumy han sido dirigidas por Indiana Brito, quien debió experimentar un paroxismo casi de infarto, no por el hecho de bregar con dos mujeres de carácter fuerte, sino, por el nivel de actrices con las que se enfrentaba y las interpretaciones que quería obtener.
1 comentario