Apenas un centenar de personas se reunieron este sábado en Caracas y acudieron a los cuarteles a pedir a los militares que se levanten contra el gobierno de Nicolás Maduro, tal y como pidió el viernes el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino.
El grupo más numeroso se dirigió hacia el control militar de la residencia presidencial La Casona, que hace años no ocupa ningún mandatario, donde fueron frenados por un grupo de policías que cortaban el paso equipados con equipos antidisturbios.
Allí, los manifestantes, la mayoría de ellos de avanzada edad, intentaron dialogar y entregar el documento de la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que les garantiza el perdón jurídico si se rebelan contra Maduro.
“He venido porque hay que luchar por la libertad, en este país, cada día vamos de mal en peor, no tenemos comida, no tenemos medicinas, no tenemos ningún beneficio de lo que el gobierno está llamado a hacer”, comentó a Efe Martín Mora, una de las personas que acudieron hasta el lugar.
Tras una breve espera, se unieron al grupo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) también con equipos antidisturbios y algunos con máscaras de gas.
El comandante del grupo de la GNB recibió el documento y posteriormente lo quemó, según pudo constatar Efe mientras afirmaba que no iban a traicionar su deber. Decepcionó así a los opositores como Mora, que espera que “los militares sean conscientes y que le hagan caso al pueblo”.
“El pueblo está pidiendo auxilio porque ya no aguantamos más esta situación”, subrayó antes de mostrarse decepcionado por la respuesta militar y afirmar que esperaba más de ellos desde que el pasado martes Guaidó lideró un fallido levantamiento militar.
Frente a la Comandancia de la Armada en el centro de Caracas, el llamado de Guaidó tuvo todavía menor respuesta y un vocero leyó el documento por un megáfono más allá del cordón policial. Allí se encontraba Rogelio Díaz, concejal de Caracas y dirigente nacional del partido Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei).
Díaz explicó a Efe que la expectativa con que iniciaron la jornada fue conseguir que los militares les escuchen y reclamar “que se pongan del lado del pueblo”.
“Lo que estamos pidiéndole es que garanticen el respeto a la Constitución, que entiendan que hoy hay más de un 80 o 90 % del pueblo de Venezuela pidiendo un cambio. Un cambio democrático, un cambio para no ser un país donde se mueren los niños por falta de medicinas o de comida”, sostuvo.
Venezuela afronta una crisis política y social que se acentuó después de que el pasado 23 de enero el líder del Parlamento, Juan Guaidó, se declaró mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y logró el respaldo de buena parte de los países del continente americano y una veintena de naciones europeas.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de seis años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, al considerar ilegítimas las elecciones de mayo del año pasado, asegura que el país atraviesa una “emergencia humanitaria compleja” y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.