Madrid, ESPAÑA.- El Gobierno español ha respondido a las expulsiones de miembros de la delegación diplomática española en La Paz con la expulsión de tres diplomáticos bolivianos destinados en Madrid. La respuesta es una medida de reciprocidad habitual en este tipo de casos.
Las tres personas que tendrán que abandonar España son el encargado de negocios de Bolivia en España, Luis Quispe Condori, el agregado militar, Marcelo Vargas Barral y el agregado policial, Orso Fernando Oblitas Siles.
A través de un comunicado el Gobierno español ha rechazado “tajantemente las acusaciones del Gobierno interino Boliviano” (sic) al tiempo que recuerda las “relaciones estrechas de amistad y solidaridad con el país y el pueblo hermano de Bolivia”.
En el comunicado enviado a los medios de comunicación se puede leer que “España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia”, y califica tal acusación como una “calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias”.
En reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia de declarar como personas non gratas a dos diplomáticos españoles, España ha decidido, a su vez, declarar del mismo modo a tres miembros del personal diplomático y consular boliviano acreditado en nuestro país. También les ha dado, al igual que ha hecho el gobierno boliviano, 72 horas para abandonar España.