Rep. Dom.- Bajo la sombra de tres frondosos árboles reciben el pan de la enseñanza los estudiantes de la Escuela Básica Manuel Llanes, en El Naranjo de Santo Domingo Este, quienes se encuentran a la intemperie por la falta de aulas que tiene el centro educativo.
La escuela, construida en el año 1972, tiene solo seis aulas para albergar a los 683 estudiantes de la jornada extendida.
Debido a la creciente población estudiantil y al poco espacio la administración de la escuela y los residentes del sector se vieron en la obligación de construir pabellones para dar las clases.
Los niños de tercero reciben clases bajo árboles, mientras que los de cuarto y quinto fueron ubicados en los pabellones construidos en la cancha de la escuela.
A los estudiantes de séptimo y octavo los trasladaron a una capilla cercana a la escuela y prestada por el párroco del sector. Preescolar, primero y segundo grado continúan hacinados dentro de las seis aulas que tiene el centro educativo.
La directora de la escuela, Gertrudis Rivera, detalló las dificultades que pasan los niños corriendo de un lado a otro cuando llueve y tienen que cargar sus sillas, “y peor aún cuando reciben el almuerzo: tienen que comer cuidando para que no les caigan heces de algunos pajaritos del árbol sobre los alimentos”, puntualizó.
Señaló que no tienen cocina, comedor, cancha ni patio para que los niños jueguen en la hora del recreo.
Revolución Educativa. “Si estamos inmersos en una Revolución Educativa, es necesario que se cumpla en todas las escuelas porque en estas condiciones no podemos dar calidad”, aseguró Rivera.