La Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA, acaba de finalizar el análisis de datos sobre un estudio realizado durante el mes de abril, donde se pretendía conocer el bienestar emocional y psicológico de la población de República Dominicana frente a la Covid-19. En este sentido, el estudio ha sido liderado por Francisco Orgaz, Vicerrector de Producción e Investigación Científica, y por Luis Beard, Director de la carrera de Psicología de la Sede.
Se aplicó un cuestionario online, de 137 ítems, a 2.486 personas mayores de 18 años y residentes en la República Dominicana. Los datos serán analizados en profundidad en las próximas semanas, con la finalidad de ser publicados en revistas cientificas. Si bien, se estarán presentado algunos datos en prensa, con el propósito de mostrar algunas informaciones relevantes del estudio.
De esta forma, los datos de la investigación han puesto de manifiesto que el 33.5% de los encuestados han estado en cuarentena en casa por precaución tras estar cerca de un posible contagiado. Si bien, el 15.6% no disponía de medios tecnológicos (computadoras, wifi, internet, etc.) para trabajar desde casa. Un 54.7% de los encuestados manifestó que sus labores presenciales le pone en riesgo de ser infectado por la Covid-19. El brote de enfermedad de este virus puede ser fuente de estrés para muchas personas.
El temor y la ansiedad en relación a la enfermedad pueden generar una variedad de síntomas en las personas independientemente de su condición social o la edad. Lo que ha podido contribuir a que el 40.1% de los encuestados se sientan, ultimamente, más estresados (40.1%), deprimidos (48%), presionados (49.5%), nerviosos (47.3%), fatigados (36,3%), inquietos o agitados (43.1%), con un mayor apetito al normal (49.1%) y con dificultades para dormir (44.9%). Es notorio que estos síntomas comprometen más la esfera psicoemocional de las personas.
Otro de los aspectos a considerar en este análisis preliminar, indica que un 32.2% de los encuestados manifestó que durante los días de confinamiento han experimentado conflictos con algún miembro de su familia.
El tiempo en confinamiento supone un cambio en los hábitos cotidianos de las personas; muchos individuos llegan a somatizar síntomas en forma de dolor de cabeza, dermatitis, problemas digestivos producto del sedentarismo, falta de sueño y dolores musculares, entre otros síntomas que comprometen los órganos más nobles del organismo. En estos momentos nos encontramos en un sube y baja emocional, y como consecuencia, las manifestaciones pueden incluir ansiedad, miedo y apatía e incertidumbre, a veces generadas por un exceso de información, que llega afectar nuestra salud física y emocional. El resultado final son los cambios emocionales que hemos experimentados desde que inicio el confinamiento.
El poder adquisitivo de las personas como resultado del confinamiento ha sido afectado de manera significativa, en este orden, un 65.4% de los encuestados han sufrido una disminución de sus ingresos desde la aparición de la Covid-19. Este cambio es debido a que muchas personas están en paro laboral, otras no cuentan con los medios habituales para trabajar, lo que es una fuente generadora de incertidumbre. Calcular el impacto económico de la Covid-19 sobre las personas y el país puede ser arriesgado, ya que no sabemos que terminará de pasar con esta pandemia, pero sabemos, al mismo tiempo que no serán buenos.
Como se ve reflejando en el resumen expuesto anteriormente sobre algunos datos de la encuesta realizada, la Covid-19 está afectando a la población de República Dominicana. Ante la falta de protocolos para establecer políticas para colaborar con los mas desfavorecidos, el impacto del bienestar emocional, psicológico y socioeconómico de la Covid-19 en la población dominicana puede agravarse. Y reactivar la economía del país sin tener un control de los casos reales y muertes en el territorio nacional puede llevar a un repunte que puede resultar catastrófico para la República Dominicana. La globalización va a salir tocada de esta pandemia y el proceso de relocalización y de diversificación que ya había comenzado antes de la pandemia se agudizará. En breve el nerviosismo puede llevar a los países a instaurar políticas para liderar una nueva carrera por la nueva hegemonia de los principales sectores económicos, pero cabe resaltar que lo logrado en las últimas semanas, por una inadecuada decisión, puede perderse en un solo día. En este caso, los perjudicados somos todos nosotros.