Raful se volverá a ver la cara, en una vista, con el también comunicador Ángel Martínez
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, y la comunicadora Ingrid Jorge coincidieron este lunes en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en el inicio del proceso judicial por la acusación de difamación e injuria interpuesta por la funcionaria.
Raful reclama que se ha atentado contra su honra con afirmaciones falsas y amenazas de divulgar supuestos videos íntimos.
El caso fue conocido por la jueza Yanibet Rivas, del Sexto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, en una audiencia para decidir la medida de coerción contra Jorge, conocida popularmente como “La Torita”. Aunque el Ministerio Público solicitó impedimento de salida del país y garantía económica, la defensa de Jorge pidió tiempo para estudiar el expediente, alegando problemas de salud de su abogado durante el fin de semana.
Raful, que ha declarado estar comprometida con el respeto al debido proceso, asistió en persona a la audiencia. Lo hizo, según su abogado Miguel Valerio, para enviar el mensaje de que no se trata de una persecución política, sino de una defensa firme de su dignidad personal.
“Esto no es un asunto del Ministerio, es una acción ciudadana para frenar el abuso del uso de plataformas digitales con fines de coacción y daño moral. Aquí no habrá acuerdos ni disculpas vacías”, advirtió Valerio.
El caso toca a Ángel Martínez
La ministra también mantiene una querella activa contra el youtuber radicado en EE.UU. Ángel Martínez, a quien acusa de propagar contenido difamatorio similar. En ambos casos, Raful se ha constituido en actor civil y exige una indemnización de 100 millones de pesos: 50 millones por cada uno de los acusados.
La querella contra Jorge cita como agravante el uso de redes sociales como Instagram (@ingridjorge) y el canal de YouTube “La Tora TV”, en los que, según Raful, se difundieron amenazas y descripciones falsas de supuestos videos íntimos con fines extorsivos. La acusación señala que los materiales nunca existieron, pero fueron utilizados como herramienta de presión pública y personal.
Ingrid Jorge se defiende
A su salida de la audiencia, Jorge denunció lo que califica como un intento de aplicar una “ley mordaza” en contra de la libertad de expresión. Asegura que su postura es continuar el proceso y respetar la imparcialidad del tribunal.
“La justicia necesita voluntad, no más leyes restrictivas para silenciar la comunicación“, declaró brevemente a los medios.
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