FIFA firma acuerdo de patrocinio con petrolera Aramco y consolida lazos con Arabia Saudí

La FIFA consolidó sus lazos con Arabia Saudí al confirmar el jueves un acuerdo de patrocinio con Aramco, la empresa petrolera estatal del reinado, y que el año pasado amasó 121.000 millones de dólares en ganancias.

El acuerdo era anticipado y se hizo inevitable una vez que Arabia Saudí esencialmente aseguró en octubre pasado llevarse la sede de la Copa Mundial de hombres en 2034.

El patrocinio se prolongará hasta 2027 e incluye el Mundial masculino de 2026, con Estados Unidos, México y Canadá como coanfitriones, y el Mundial femenino de 2027. La sede de ese torneo será seleccionada el próximo mes en una votación que enfrenta a tres candidatas: Brasil; Estados Unidos y México; y Alemania, Bélgica y Holanda.

No trascendió el monto del acuerdo con Aramco, pero se cree que es el más rico en la historia de la FIFA en cuanto a valor anual. El primer Mundial de Clubes con 32 equipos en Estados Unidos no fue mencionado por la FIFA, pero podría ser parte de otro acuerdo.

“Con esta colaboración, Aramco y la FIFA pretenden aprovechar el tirón del fútbol para crear iniciativas sociales de gran calado en todo el mundo”, dijo el ente rector del fútbol en un comunicado.

El patrocinio saudí alimentará los ingresos de la FIFA en el ciclo comercial 2023-26, el cual un estimado conservador podría llegar a los 11.000 millones de dólares.

Los ingresos por los derechos audivisuales, patrocinios, licencias de videojuegos y venta de entradas y paquetes de hospitalidad alcanzaron los 7.500 millones de dólares durante el periodo de cuatro años que acabó con el Mundial de 2022 en Qatar.

El presidente de la FIFA Gianni Infantino ha forjado un estrecho vínculo con Arabia Saudí y su príncipe heredero Mohammed bin Salman desde antes del Mundial de 2018. Ese torneo en Rusia fue patrocinado por la empresa estatal energética Gazprom.

Los vínculos FIFA-Arabia Saudí se mantuvieron firmes pese a las secuelas por el asesinato en 2018 del periodista saudí Jamal Khashoggi y las críticas del “sportswashing” por parte del reinado para mejorar su reputación.