Los haitianos recuerdan este jueves el terremoto de 2010 que en pocos segundos redujo a ruinas su capital al matar más de 300 mil personas y sembrar la desesperanza en un país pobre y ultrajado.
Puerto Príncipe exhibe aún las huellas del movimiento telúrico de 7.0 grados en la escala de Richter, el más devastador que sufrió Haití desde que se llevan registros, y que hirió a más de 350 mil personas y dejó sin hogar a 1.5 millones, según cifras del Gobierno.
El sismo remeció con furia a las 16:53, hora local, y cayeron cual fichas de dominó el Palacio Presidencial, el Parlamento, la Catedral, cientos de miles de viviendas y edificios gubernamentales, centros comerciales, escuelas, instituciones de salud y más.
De acuerdo con Naciones Unidas, la cifra de víctimas mortales multiplicó por 10 la suma de las registradas en desastres en Haití desde 1963.
El Producto Interno Bruto se contrajo un cinco por ciento, en una nación que ya experimentaba una insistente crisis política y económica, además de una sucesión de gobiernos corruptos, golpes de Estado e intervenciones militares.
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