Haitianos pa’ fuera, haitianos pa’ dentro

 

 

Por Angela Milqueya Cuevas

 

En los últimos días , a través de los distintos medios de comunicación de nuestro país, se advierte el auge del tráfico ilegal de nacionales haitianos en vehículos ya sea livianos o pesados , a manos de dominicanos amorales que por beneficios económicos venden su patria como si de prostitutas baratas se tratase .

Esta triste situación nos debe mover a reflexión , ya que el gobierno central está abocado a cumplir con unas cuotas de deportaciones de dichos inmigrantes ilegales que , históricamente, vienen en oleadas cada vez más grandes, a medida que las condiciones sociales y económicas de su país se deterioran y hacen estragos en su ya desesperada población.

Nuestras autoridades policiales y militares los deportan por un lado y por el otro, sin embargo, en contubernio con algunos oportunistas, habitantes fronterizos, tratantes de personas etc, los regresan a nuestro país a cambio de sumas de dinero que enriquecen a los traidores de nuestra nación y cosifican a nuestros vecinos y los convierten en “mercancía“.

La doble moral de algunos de nuestros coterráneos nos hace quedar tan mal y avergüenzan a los que exigen mayor control del éxodo desproporcionado de inmigrantes haitianos que buscan en nuestra nación una panacea a los males que carcomen los cimientos de su tierra sin que haya una luz que les permita tener esperanzas de mejoría a corto o mediano plazo.

Algunos grupos económicos de la construcción y del sector agrícola reclaman que se otorguen carnets de identificación y permisos de trabajo a nacionales haitianos que ya tienen tiempo laborando en diferentes áreas productivas de la República Dominicana en contraposición a grupos que manifiestan su descontento con la llamada ( invasión pacífica) de nuestros vecinos, pugna interna que revela una dicotomía que polariza nuestra sociedad y arroja como resultado el pa’ fuera y pa’ dentro. Lo antes descrito nos indica, que la fiebre no está en las sábanas solamente y que debemos buscar alternativas viables para lograr que las diferentes interacciones a las que ambos pueblos se someten se enmarquen en el respeto mutuo y en la legalidad institucional dando así al traste con el pa’ fuera y pa’ dentro que nos genera tanta controversia y nos divide como sociedad.