En los últimos años, se nota un crecimiento vertiginoso en la creación de contenidos a la carta. Aunque las películas y el cine siguen manteniendo un alto nivel de aceptación, la posibilidad de elegir qué ver desde la comodidad del hogar ha resultado bastante conveniente.
Muchas producciones de calidad, ya sea por su contenido, historia o realización, abarrotan los televisores de millones de personas en todo el mundo.
Conscientes de ello, actores, productores y creadores de contenido buscan un espacio donde puedan ser vistos.
Por primera vez, Robert De Niro y Kate Hudson protagonizan series de televisión, cada uno por su cuenta.
Si bien ambos han tenido cameos en distintas sitcoms e historias hechas para televisión, su experiencia en este formato ha sido limitada hasta ahora
“Día Cero”, que tiene un protagonista espectacular: Robert De Niro. A sus 81 años, demuestra por qué sigue siendo una de las estrellas más importantes de la industria del cine.
La serie, estrenada el pasado 20 de febrero, representa su primer papel protagónico en una serie limitada y, además, es una de las producciones más ambiciosas de Netflix para este año.
Con solo seis episodios, la historia engancha, probablemente por su estética cinematográfica y, en parte, por su trama. La serie sigue a George Mullen, expresidente de los Estados Unidos, mientras investiga quién está detrás de un ciberataque terrorista.
Sin embargo, aunque comienza con fuerza y tiene una buena carta de presentación, se esperaba más de este thriller político.
Desde el segundo capítulo hasta casi el final, la trama se pierde en una excesiva introspección del personaje.
Aunque es un buen intento de la plataforma, para mí, la serie queda un poco floja.
Se tenían altas expectativas con la historia, y aunque la crítica ha sido mixta (con un 60% en Rotten Tomatoes), lo cierto es que ha logrado posicionarse como la número 1 en visualizaciones en varios países.

Una nueva jugada | Tráiler oficial | Netflix
“Una nueva jugada”: buenas intenciones, ejecución fallida
Con “Una nueva jugada”, me pasa lo mismo que con el filme “Emilia Pérez”: aparentemente, soy la única a la que no le gusta.
Esta sitcom, que marca el primer gran protagónico de Kate Hudson en televisión, es una historia que se queda en las buenas intenciones.
La serie presenta tramas que no aportan demasiado; hay muchas escenas y personajes que podrían eliminarse sin afectar la historia. Además, los conflictos se resuelven tan rápido que no llegan a generar impacto.
La serie resalta el liderazgo femenino colocando a una mujer al mando de un equipo de baloncesto. La sinopsis oficial dice: “Una exfiestera debe demostrar su valía como empresaria cuando la ponen a cargo del equipo profesional de baloncesto de su familia”.
La historia se basa en la vida real de Jeanie Buss, presidenta de Los Ángeles Lakers, y su lucha contra los intentos de golpe de estado de sus hermanos.
¿Qué puedo rescatar de la serie? El mensaje de empoderamiento femenino, la lucha por la igualdad y la idea de que las mujeres pueden destacar en cualquier ámbito, incluso en el mundo del deporte.
También el personaje de Kate (Isla), quien se muestra resolviendo todo tipo de problemas, desde ayudar a un jugador con adicción hasta definir estrategias para el equipo.
Además, se ve su esfuerzo por equilibrar su vida personal con su nueva faceta como mujer de negocios. Y, por supuesto, el estilismo de Kate, que en cada episodio luce espectacular.
Más allá de estos aspectos, la serie es aburrida y sin sustancia… Aunque, para mi sorpresa, “Una nueva jugada” ha sido renovada para una segunda temporada, según anunció Netflix junto con la propia Hudson.