Kevin Núñez quiere cumplir su ciclo como jugador de la categoría Sub-22 siempre y cuando la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) se lo permita.
Núñez, quien cumple una sanción de dos años tras un incidente del cual alega no es culpable, dice que el baloncesto es su medio de vida por lo que solicita una revisión de su caso.
“Hace siete meses jugando en el torneo de Montellano, Puerto Plata, fui expulsado por el árbitro Adolfo Williams. Luego apareció roto el cristal de su vehículo de lo cual me culparon a mí”, declara el nativo de Moca y quien reforzaba al equipo de La Tribu en el partido frente a los Cangrejeros.
Expresó que la persona que supuestamente cometió el hecho se ha presentado y disculpado a través de las redes sociales además que se comprometió a cubrir los gastos y sufrir cualquier sanción.
La comunicación de la suspensión llegó a las manos del jugador el pasado día 19 de diciembre con la firma del licenciado Juan Ramón de la Rosa, presidente de la Comisión de Disciplina de la Fedombal.
“Kevin solo quiere jugar en la Liga de Desarrollo U-22 por última vez. Reside en Estados Unidos y es un talento nacional que fue el MVP en esa liga en el 2023 y en los pasados tres años ha sido finalista para ese premio”, dice Simón Ureña, un colaborador del San Sebastián.
La misiva en la que se informa de la sanción señala que la misma se le ha impuesto “por los diferentes actos de indisciplina en los que se ha visto envuelto este último año”.
Se le invita a que, en el primer año, realice clínicas y charlas dirigidas a los niños en los clubes de Moca con el mensaje de cumplir las normas y respetar las reglas, grabarlas y enviarlas a la señalada comisión.
