La Academia de Hollywood recuperó el tradicional color rojo para la alfombra que recibirá a los nominados a la 96 edición de los Óscar y dio por inaugurada la cuenta atrás de la ceremonia con el despliegue de sus casi 300 metros de longitud.
Con la ausencia de Jimmy Kimmel, el presentador de esta gala, y de los máximos ejecutivos de la institución de cine, Janet Yang y Bill Kramer, el equipo organizador de los premios desenrolló este miércoles ante la prensa un fragmento de la alfombra, cuya instalación total está prevista para el viernes.
La vuelta al rojo después de haber probado el color champán para la 95 edición de los Óscar se observa como un retorno al estereotipado glamour que ha envuelto durante años a Hollywood y como una respuesta ante el descontento mostrado por seguidores de esta gala por el anterior cambio.
El rojo en el suelo contrasta con las cortinas beige que rodean la carpa que ha bloqueado el Paseo de la Fama de Hollywood desde el pasado 29 de febrero y que se mantendrá así hasta la mañana del 13 de marzo, tres días después de que se lleve a cabo la fiesta del cine.
Los preparativos para la instalación de esta gran moqueta comenzaron apenas el pasado martes y están en manos de 15 hombres.
“Para poner la alfombra sobre todo se necesita fuerza para desenrollar, que es muy pesada”, dijo a EFE Felipe Márquez, quien ha trabajado en tres ediciones de los Óscar.