Por Karleny Cabrera
Al culminar el año, por lo general, las personas se trazan metas de dejar atrás todo aquello que, en ese lapso, no les sumó de manera positiva en sus vidas e iniciar el cicloentrante con buenos objetivos para alcanzar en lo que está por venir, buscando impactar de manera positiva su bienestar espiritual, emocional, físico y económico.
Independientemente de eso, hay que entender que el único que puede dotarnos de una nueva vida y energía positiva es el Espíritu Santo de Dios; es por ello que, el mejor remedio para iniciar el año con el pie derecho es invocando su santo nombre e invitándole a que esté presente en todo lo que nos depara el camino que está en frente.
“Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”expone la palabra del Señor en el libro de los salmos, capítulo treinta y siete, versículo cinco.
Con base en el anterior texto Bíblico, se puede afirmar que el Señor Jesucristo está al corriente del ser humano; y tiene preparado todo lo bueno para cada quien. En tal sentido, el trabajo del hombre es confiar y depositar su entera en manos del creador de los cielos y la tierra.
Jehová conoce el corazón de cada quien, sus luchas, sufrimientos y metas a alcanzar; sin embargo, él también sabe qué es mejor para cada uno; de manera que, cuando creemos absolutamente en él, hasta lo que pensamos que es para mal, termina siendo un bien.
En tal sentido, afiancemos nuestra vida en Cristo, encomendemos el año nuevo en sus manos y dejemos que él se haga cargo del futuro, ya que sus pensamientos son mayores que los nuestros y lo que nos conviene solo él lo sabe.
Share
