Opinión

La CEPAL y la inclusión finaciera: Una invitación al sector cooperativo nacional

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Por Raymond Familia, M.A.

Rep. Dom. -La Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la región, recién publico el libro
“La inclusión financiera para la inserción productiva y el papel de la banca de desarrollo”. La elaboración de este libro fue coordinada por Esteban Pérez Caldentey, jefe de la Unidad de Financiamiento para el Desarrollo de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y Daniel Titelman, Director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL. Colaboró en su preparación Luis Méndez Lobos, Asistente de Investigación de la misma División.

El propósito del libro es ver la inclusión financiera como una política del desarrollo productivo que involucra incorporar los agentes productivos que están fuera del sistema financieros formal y mejorar los instrumentos, los procesos y la institucionalidad para aquellos que ya están dentro del sistema financiero. Cuando hablamos de agentes productivos hay que entender que en la actividad de producción y distribución económica intervienen tres tipos de agentes: las familias, las empresas y el Estado, las empresas son los agentes económicos destinados exclusivamente a la producción de bienes y servicios.

La inclusión financiera es de suma importancia para lograr no solo el desarrollo de los pueblos, sino, para fortalecer el sector empresarial, incrementar los ingresos fiscales de los Estados e inclusive mitigar el riesgo de las empresas de la economía del sector real, para que no sean utilizada como vehículo para el lavado de dinero. En nuestro artículo anterior sobre este tema del 26 de mayo del 2018 titulado: “Cooperativismo como Herramienta para la Inclusión Financiera”, destacamos el gran potencial de mejora que experimenta la región, gracias a los avances tecnológicos y el esfuerzo de instituciones de microcrédito, como es el caso de las cooperativas de ahorros y créditos que se destacan por su gran labor para atraer a personas que se encuentran fuera del sistema financiero. El Banco Mundial ofreció estadísticas importantes para medir los avances que hemos obtenidos del 2011 al 2018, donde más de 1,200 millones de personas en todo el mundo han logrado acceder al sistema financiero. La CEPAL con la publicación de este libro se concentra en los avances de la región América Latina y el Caribe, y plantea la importancia de la Banca de Desarrollo como organización para lograr objetivos puntuales de avances en la inclusión financiera regional, entendiendo que esta puede innovar e introducir elementos tecnológicos que ayuden a la inclusión financiera de los agentes productivos informales y las mejoras de los agentes productivos que ya están en el sistema.

Los autores establecen claramente que el factor innovación tanto en instrumentos, proceso e institucionalidad, debe ser considerada para la ofertas por parte de la banca de desarrollo, pero que también debe existir una demanda por parte de los agentes productivos que están dentro y fuera del sistema financiero, contemplando el ciclo de vida de las empresas, ya que los instrumentos necesario para una empresa de recién creación son diferente a aquellos que necesita una empresa establecida en el mercado.

Esta maravillosa contribución de la CEPAL al publicar tan importante documento, refleja la importancia que juega la generación del ahorro y su canalización eficiente, con el fin de financiar la inversión y la innovación tecnológica, facilitando el acceso al financiamiento de los diversos agentes productivos, en particular de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Plantean los autores que para que esto sea posible, es necesario una combinación de esfuerzos públicos y privados orientados a fortalecer, entre otras cosas, la institucionalidad y la estabilidad económicas, así como la institucionalidad jurídica, e impulsar la creación de nuevos instrumentos para la administración de los riesgos de índole económica y financiera, entendiendo que, la inclusión financiera debe ser concebida como una política de inserción productiva

Según el libro “La inclusión financiera para la inserción productiva y el papel de la banca de desarrollo”, América Latina y el Caribe es una de las regiones donde las pequeñas empresas necesitan mayores valores de garantía para poder acceder a un crédito, los que alcanzan en promedio un 234,6% del valor del crédito solicitado, frente a un promedio mundial de un 209,8%. Los elevados costos para acceder al financiamiento externo, junto con las características del sistema financiero, se reflejan en el hecho de que la mayoría de las pymes se financian con recursos internos o informales. Además, la dificultad de acceso al financiamiento bancario puede ser un importante desincentivo para invertir.

En nuestro artículo “Cooperativismo como Herramienta para la Inclusión Financiera” destacamos el interés de los países en cuanto al tema de la inclusión financieras desde el año 2013, donde los Gobiernos, Reguladores y Países, se comprometieron con el firme objetivo de erradicar la exclusión financiera, objetivo que de acuerdo al Banco Mundial, se lograría al 2020 con el programa “el Acceso Financiero Universal para el 2020”. Para lograr el acceso financiero universal es necesario la adopción de la innovación financiera planteada por la CEPAL, entendiendo los retos importantes que implica elaborar una gama de instrumentos destinados a hacer frente a la heterogeneidad productiva de una región como América Latina, de economías tan diversas.

En el documento se destaca el papel de la Banca de Desarrollo como entidad promotora de estos procesos de inclusión, nosotros seguimos creyendo que además estas, las cooperativas también deben seguir jugando su rol de entidad promotora de la inclusión financiera a través de la innovación; en la República Dominicana, estas siguen siendo ideal para permitir el acceso de las pymes y las familias al sector financieros, a través del microcrédito.

Las cooperativas como entidades de bajo costo, donde el derecho de ser dueño le garantiza además de ser sujeto de crédito y de poder ahorrar, también recibir de las operaciones realizadas una proporción de los excedentes al final del cierre contable, las convierte en las mayores generadoras de confianza del sistema financiero para los agentes productivos informales especialmente las pymes que aún se encuentran fuera del sistema financiero.

Los invitamos a leer el libro de la CEPAL, lleno de importantes informaciones, estadísticas, de elementos novedosos que seguro nos van a ayudar a seguir avanzando como sector cooperativo, contribuyendo desde la economía social y solidaria con la inclusión financiera Nacional.

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