“Vivió feliz y amó genuinamente”…
Tal como le apodaban en el béisbol “El Genuino” así es el mensaje de la lápida que acompaña los restos del recién occiso Octavio Dotel.
Tras “El último baile”, el ambiente se transformó en dolor, con grandes anécdotas y discursos llenos de amor.
El exrelevista perdió la vida la madrugada del martes durante la tragedia del Jet Set, donde también fallecieron 224 personas.
Familiares, frente a las decenas de personas que los apoyaban en su doloroso momento, intentaban describir la personalidad de Dotel, sin embargo, se quedaban cortos cuando hablaban de sus facultades.
Gabriel Dotel, hermano mayor, explicó que no hay hojas ni tiempo que aguante el “el gran ser humano” que era Octavio con él, y con todos los que los rodeaban.
“No hay tiempo suficiente para hablar del gran hermano que él era. Yo era su amigo, y en muchas palabras a pesar de que también era mayor, me trataba como su hijo. Lo recordaré feliz, riéndose y cantando, como a él le gustaba”, expresó Gabriel, quien también tuvo a su cargo las palabras de agradecimiento a las personalidades presentes en el sepelio.
El expelotero de Grandes Ligas, Octavio Dotel perdió la vida en el desplome del techo de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo en el 07 de abil de 2025.
El expelotero dominicano de Grandes Ligas, Octavio Dotel, perdió la vida en el desplome del techo de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, el 07 de abil de 2025.Octavio Dotel/ Instagram
Octavio Dotel era padre de tres niños: Eduardo, quien era el mayor, 14 años; Nicole (13) y Emmanuel, de cinco.
Así lo recordará su única hija:
“Yo lo tendré en mi memoria como un hombre feliz, que siempre andaba con una sonrisa, un hombre humilde, que no era rencoroso… una buena persona y así yo lo voy a honrar, siendo feliz. Voy a ser feliz por él”, manifestó la niña, quien siempre lo acompañaba a las actividades de la iglesia.
En un momento tan difícil, Massiel Javier, su esposa, instó a todos los seres queridos de la familia que estén en conformidad, ya que aseguró que Dotel había entregado su vida al señor antes de su partida.
“Sé que no es fácil, pero yo estoy feliz con Dios porque esperó que él estuviera listo para llamarlo. Sé que lo volveremos a ver y estaremos todos juntos”, expresó con llantos Javier.