Los buzos tienen que descender a unos 50 metros de profundidad en el tramo de mar frente a Porticello donde este lunes se hundió el ‘Bayesian’
Los buzos que buscan a los seis desaparecidos del naufragio del velero en Sicilia, entre ellos el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer y el magnate británico Mike Lynch, se enfrentan a grandes dificultades, parecidas a las que se vivieron en el crucero Concordia, que se hundió parcialmente en 2012.
Los buzos tienen que descender a unos 50 metros de profundidad en el tramo de mar frente a Porticello donde este lunes se hundió el ‘Bayesian‘, el velero de lujo de 56 metros, debido a un fuerte tornado.
“Las fases de búsqueda implican la intervención de dos buzos a la vez, que sólo pueden permanecer sumergidos a esa profundidad durante una docena de minutos, incluidos dos minutos para alcanzar la zona y volver a salir a la superficie. Así que en realidad tienen 10 minutos por inmersión para actuar”, explicó a los medios italianos Luca Cari, jefe de comunicaciones de emergencia de la comandancia general de los bomberos.
Cari apunta que se trata de un escenario que recuerda “un Concordia en pequeño”, donde se tuvieron que rescatar 34 cuerpos, pues “es difícil avanzar por los obstáculos y los espacios muy reducidos”.
Por el momento – explican – consiguieron entrar en el puente de mando “que está lleno de cables eléctricos” y el objetivo ahora es retirar un grueso cristal para acceder a una nueva zona de búsqueda, mientras que no se ha podido aún inspeccionar o mirar en el interior de los camarotes donde se cree que han quedado atrapados los desaparecidos.
Según confirmó a los medios el jefe de Protección Civil regional, Salvo Cocina, los seis desaparecidos en el naufragio son dos ciudadanos estadounidenses y cuatro ciudadanos ingleses.
Se trata del magnate británico Mike Lynch su hija Hannah, de 18 años, el presidente de Morgan Stanley International con su esposa y el abogado de Lynch, Chris Morvillo, con su esposa Nada.
Según lo reconstruido, los turistas dormían en sus camarotes cuando la tromba marina golpeó el yate y el mástil del velero, de 75 metros de altura se rompió, y las fuertes ráfagas de viento empujaron el velero a inclinarse hacia un lado y finalmente se hundió.
La Guardia costera intervino tras el hundimiento del velero que llevaba a 22 personas a bordo, 10 tripulantes y 12 pasajeros, y pudo rescatar a 15 de ellos, que lograron subir a cubierta y cayeron al agua.
Mientras, los buzos recuperaron este lunes el cuerpo de un miembro de la tripulación, el cocinero Ricardo Tomas, de nacionalidad francesa.
Las personas rescatadas fueron atendidas y luego acogidas en un hotel de Santa Flavia, donde llegarán también en breve Sophie, la niña de un año, y su madre Charlotte Golunski, de 35 años, que se espera que serán dadas de alta pronto, mientras que el marido aún se encuentra hospitalizado
Entre los náufragos que han sido hospedados en el hotel siciliano también se encuentra la esposa de Lynch, Angela Bacares, que se encuentra en silla de ruedas por los cortes que sufrió en los pies.
Bacares, según el diario ‘La Repubblica’, ha contado a los médicos que a las 4 de la madrugada el barco se inclinó y ella y su marido se despertaron y entonces subió para ver qué pasaba y todo empezó a escorar.