Aunque la inversión extranjera directa se ha incrementado en el país, más del 64 % del capital invertido en los últimos cinco años en proyectos de energía renovable proviene de fuentes locales, gracias a una estrategia de financiamiento sostenible que ejecuta el sector financiero local.
La información está contenida en el más reciente informe “Monitor Energético – junio 2024” del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), en el cual se detallan algunas recomendaciones para que el sector logre mantener un equilibrio entre la generación y la demanda de electricidad.
“A pesar de los notables avances y logros en el campo de las energías renovables descritos en este artículo, persisten oportunidades de mejora que plantean retos en el camino hacia la integración de energías limpias. A medida que la transición hacia fuentes de energía limpias se acelera, se hace necesario establecer estrategias que apunten hacia el despliegue de dichas fuentes, que abarcan desde la infraestructura de red hasta la asequibilidad y la regulación”, subraya el documento.
Durante el periodo 2019-2023, nueve empresas invirtieron 1,144 millones de dólares en el país. De este monto, el 64 % fue financiado por la banca local y el 36 % restante provino de bancos, instituciones u organismos internacionales. “Esta diversificación es crucial, especialmente considerando que los proyectos de energías renovables suelen requerir una inversión considerable y un período prolongado para recuperar los fondos invertidos”, añade.
En ese orden, el Monitor Energético del MEPyD destaca la labor de los bancos en el desarrollo de una economía más sostenible: “Las instituciones financieras locales han adaptado sus estrategias y han explorado diferentes mecanismos, como préstamos corporativos tradicionales, financiamiento de proyectos, fideicomisos y fondos de inversión, para respaldar la expansión de proyectos renovables”.
El resultado positivo en términos de contratación de proyectos ha proporcionado un “sólido respaldo financiero para las entidades locales”, lo que a su vez ha reducido la percepción de riesgo y ha fomentado la confianza en el mercado financiero.
El Ministerio de Economía resaltó los beneficios económicos para las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) que compran energía de fuentes renovables, resaltando una diferencia de precios de aproximadamente un 47 %.
Hasta el año pasado, cada kilovatio de energía renovable adquirido por las distribuidoras tiene un costo de ocho centavos de dólar, de acuerdo con los informes de recomendación de precios para la suscripción de contratos de compraventa de energía renovable.
Mientras que el rango promedio de precios de otras fuentes convencionales oscila entre 14 y 17 centavos de dólar. El informe indica que, además, se evita, en muchos casos, la inestabilidad de los costos marginales que habrían tenido que asumir las EDE de no haberse firmado los contratos de energía renovable.
Para el mismo 2023, la generación de energía eléctrica renovable evitó la emisión de aproximadamente 1,509,222 toneladas de dióxido de carbono y redujo significativamente la cantidad de barriles de petróleo utilizados para satisfacer la creciente demanda de energía.
Dentro de los desafíos y retos a futuro que prevé el Ministerio de Economía cita la necesidad de incentivar tecnologías disruptivas, expandir las infraestructuras de transmisión y distribución y equilibrar la penetración de las renovables.
En cuanto al manejo de los precios, destaca que se debe migrar a modelos competitivos de contratación de energía renovable.