El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el intento de asesinato del primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi.
Al Kazemi salió ileso de un ataque con un dron explosivo lanzado contra su residencia en Bagdad.
En un comunicado remitido por su portavoz, Guterres pidió que se haga rendir cuentas a los autores del crimen.
Mientras que llamó a la población de Irak a “ejercer la máxima contención, y rechazar toda violencia y cualquier intento de desestabilizar” al país.
El jefe de la ONU “urge a todos los actores políticos a respetar el orden constitucional y resolver las diferencias a través del diálogo pacífico e inclusivo”.
La organización envió su apoyo “al pueblo y el Gobierno de Irak en su búsqueda de un futuro mejor”.
El ataque contra el primer ministro iraquí se produce en un momento de tensión tras los choques violentos entre manifestantes y policías en Bagdad.
Las manifestaciones obedecen a la postura en contra de los resultados de las elecciones legislativas del pasado 10 de octubre.
Los enfrentamientos dejaron dos personas muertas y más de un centenar heridas, muchas de ellas policías, lo que provocó una airada condena de los líderes de las milicias proiraníes de Irak, que en los pasados comicios perdieron casi dos tercios de sus escaños y rechazan los resultados.