Dos vuelos humanitarios procedentes de Haití, con 22 asesores de policías uniformados internacionales y dos funcionarios de las Naciones Unidas, llegarán a Panamá el martes y miércoles y permanecerán durante tres días en el país ante la violencia de las pandillas que afecta a la nación caribeña.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá informó en un comunicado que la salida de trabajadores de asistencia y diplomáticos en los últimos días tiene lugar “tras la intensificación de la violencia de grupos armados y bandas que han tomado el control de gran parte de Puerto Príncipe (la capital haitiana) y varias provincias, generando terror entre la población y desplazamientos masivos”.
Indicó que con la recepción de esos dos vuelos de la ONU —de forma temporal—, Panamá “reafirma su compromiso” de impulsar iniciativas de paz en el convulso país caribeño. Agregó que también brindará la asistencia debida al personal policial y diplomático.
Panamá “cree firmemente que la cooperación internacional es esencial para enfrentar desafíos globales”, acotó.
A pesar de la llegada de un contingente de la policía de Kenia a inicios de año como parte de una misión respaldada por la ONU para abordar la violencia de las pandillas, la crisis sólo se ha agravado desde entonces.
El principal aeropuerto internacional cerró por segunda vez este año después de que las pandillas dispararan contra vuelos comerciales a mediados de noviembre, hiriendo a un sobrecargo. Hombres armados también están atacando comunidades que alguna vez fueron pacíficas para intentar tomar el control de toda la capital, aprovechando las luchas políticas internas que condujeron a la abrupta salida del primer ministro a principios de este mes.
Ahora, un nuevo primer ministro tiene la tarea de revertir la situación de una nación que no ve salida a sus problemas.
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