Por Neris Abreu Comas, M.A,
Como en pocas ocasiones, en la actualidad, la República Dominicana está jugando un rol de gran importancia en el tablero mundial. Estados Unidos, la República Popular China, la Unión Europea, Rusia y otros países, están moviendo su fichero geopolítico, tomando en consideración sus intereses en la región del Caribe y muy especialmente la República Dominicana.
El año pasado y el actual, los observadores del acontecer político, económicos y diplomáticos a nivel global, hemos calibrados los movimientos e interés de China con establecer relaciones diplomáticas con el país, enviando misiones de alto nivel a coordinar y dar seguimiento a sus planes de expansión en el caribe, tomando como referencia la posición geoestratégica que ocupa el país. En ese orden, el tablero se ha definido más con la visita del Presidente Danilo Medina a China, siendo recibido por todo lo alto por su primer mandatario. De igual manera hemos observado como los Estados Unidos de América ha puesto especial interés en la región y el país, enviando misiones de alto nivel y realizando reuniones entre el Presidente Donald Trump, con mandatarios del Caribe. Por su parte el bloque de países que integran la Unión Europea, especialmente España, Alemania e Italia, han observado un interés especial en la República Dominicana. De igual modo Rusia ha incrementado y direccionado su mirada para mantener vigencia en la República Dominicana.
Todo lo anterior indica que la República Dominicana ocupa hoy más que nunca una posición relevante en el gran tablero mundial, por lo que necesita calcular sus movimientos, si no quiere ser engullida entre los intereses geoestratégicos de las grandes potencias o bloques comerciales. A esos fines se requiere que el país identifique y refuerce sus intereses vitales para protegerlo y potenciarlo, sacando el mayor provecho de la posición e interés que ha despertado a nivel global. Es necesario sobre todo, que el país refuerce el respeto a la regla del juego, como es el respeto a la Constitución y las leyes, pues ningún país ni inversionista pone en juego sus capitales donde no hay seguridad jurídica.
Tenemos que cuidar el país para que no solo garantice la seguridad jurídica, sino que no sea tomado como puente del comercio internacional ilícito, como la piratería de marcas derecho de autor, así como del tráfico de personas físicas y morales, perniciosa a nuestra cultura, convivencia, economía y demás valores que configuran nuestra identidad. La República Dominicana debe cuidar su economía, su sistema jurídico, su medio ambiente, su sistema político, pues dependiendo de la estabilidad que presenten estas variables, seguirá llamando el interés positivo de quienes necesiten invertir o escogernos como destino de descanso o referencia. Al estar en el gran tablero mundial y en la mirilla de los grandes intereses de los países con mayor desarrollo, la República Dominicana necesita hoy más que nunca medir y meditar sus acciones, pues cualquier paso en falso podría echar hacia atrás los logros obtenidos en las últimas tres décadas.
Por Neris Abreu Comas, M.A,
El autor posee Máster en Estudios Internacionales,
Derecho Constitucional y Derecho Público.
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