Según los familiares cercanos, la pareja “no tenía problemas en la relación” y “eran como uno solo”, al punto de que ambas familias los querían como sus propios parientes.
La cinta de precaución que indica que una tragedia ha sucedido, aún permanece en los alrededores de la casa donde Juan Felix Restituyo le quitó la vida a su esposa Yohanna Castillo Pérez la madrugada de este sábado.
El gancho del pelo que adornaba su larga cola, cortada postmortem por su verdugo, quedó tendida en el piso luego de que recogieran su cabello regado por la vivienda, ubicada en el sector La Rosa del municipio de El Ranchito en La Vega.
Allí, también permanecen los guantes de los médicos legistas que levantaron el cadáver de Yohanna y el cuerpo moribundo de Juan Felix, quien luego de cometer el hecho se envenenó y posteriormente falleció, dejando en la orfandad a sus dos hijos, de 11 y 9 años.
Según los familiares cercanos, la pareja “no tenía problemas en la relación” y “eran como uno solo”, al punto de que ambas familias los querían como sus propios parientes.
Sus allegados relatan que el día anterior a la tragedia era el cumpleaños de Yohanna. Ella salió con sus amigas a celebrar a una fiesta, él la alcanzó en el lugar y retornó primero a la casa.
Nadie sabe nada más, solo que a la mañana siguiente ella estaba sin vida y él yacía moribundo.
EL HALLAZGO
Aproximadamente a las 7:00 de la mañana, Luis Miguel Perez, primo de la fallecida, encontró el sangriento escenario en la puerta del baño de la casa.
Una vecina que iba pasando escuchó a Juan Felix gritar moribundo, y le advirtió a él, quien de inmediato abrió la puerta para chocarse con la imagen de Yohanna muerta.
Luego de ser encontrados, el hombre fue trasladado por una unidad de emergencias del sistema 911 hacia el Hospital Regional Traumatológico y Quirúrgico Profesor Juan Bosch, en el Pino La Vega, donde posteriormente falleció.
Ambos cuerpos sin vida permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de La Vega para los fines de lugar.