Por Dario Nin.
Por lo tanto, busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas le serán añadidas (Mt.6:33 RVC),
Para mayo del 2016, escribí un par de artículos que titule “Lecciones de las elecciones” y yo quisiera que usted se anime a leer esos artículos para que vea qué digo allí y compare con lo que ha sucedido casi 4 años después.
Hoy, como cada día, me despierto temprano. Los que ya pasamos el meridiano tenemos el reloj biológico un poco descontrolado y solemos despertar antes, mucho antes que los gallos, generalmente con algunas ideas haciendo sinapsis neocortezal.
Las de hoy son sobre las lecciones de primaria en las Primarias, esta es la primera vez de la Junta, es la primera vez de los partidos, es la primera vez de todos los aquí presentes.
En honor a la verdad las lecciones no son ni siquiera de primaria, seria preescolar “el kínder gato” como dirán en mi tiempo a la educación preescolar o kindergarten, esa que fundó Robert Owen (ese mismo el socialista utópico y padre del cooperativismo), en Escocia para el 1816.
Yo no fui a eso. Me inscribieron en primero y a duras penas, porque la maestra Adrià (directora de la escuela y profesora de Primero, dándome suaves golpes en la cabeza con un lápiz de rayita verde, le dijo a mi prima Dima (EPD) que fue quien me llevo a inscribirme: ¡ay…no, está muy pequeño y postergó mi inscripción para cuando tuviera siete años.
No quedó de otra, me tocó esperar y al año siguiente Adria fue mi maestra de Primero, pero para aprender a escribir en la pizarra, o hacer las primeras operaciones de aritmética, recibía de mi querida Adria, una manotada en la cabeza, que envió en más de una ocasión a la susodicha, al pizarrón y de ahí por fuerza de inercia a la posición inicial.
Fue duro empezar a escribir sin el apresto necesario para soltar la muñeca de mi brazo derecho, aun hoy, por mi particular grafía pago las consecuencias.
Debí hacer mi apresto para soltar la muñeca y escribir precioso como escribe mi amigo William Pérez que fue un lasallista y recibió su apresto-
Ahora, les pido las disculpas pertinentes, por haberlos entretenido con estas jocosidades; son para que hagamos catarsis antes de abordar un tema espinoso que pincha a quien lo transita, pues corre el riesgo que lo clasifiquen en un lado o del otro o frio o caliente; los tibios no son aceptados.
Bueno… No hay mejor baño que el que hacemos con agua tibia cuando todo está a punto de congelación. Trataré de ser equilibrado porque en honor a la verdad no estoy en ninguno de los bandos, por lo que auto asumo el papel de árbitro de opinión en esta batalla tripartita, Leonel, Danilo (Gonzalo) y JCE.
EL pastor de mi iglesia, suele exhortar que toda situación, para saber si es correcta, quien la experimenta debe filtrarla por la palabra, por la Biblia.
En la escuela primaria, aprendí que un problema tenía que ser abordado haciendo uso de un P.O.R esto es, planteo, operación y respuesta.
Plantear el problema: ¿hubo fraude o no, en las primarias realizad por el PLD y regenteadas por la JCE? Y si los hubo, ¿Contó con complicidad institucional por parte de JCE?
Que puede hacer la Junta en estos momentos para arrojar credibilidad a un proceso que cuesta dinero y gran cuota en el riesgo de descredito institucional, de hecho, con una parte pagada por adelantado de esto último, porque la difamación es como cuando regamos plumas al viento, es muy difícil recuperarlas o recogerlas todas.
Por lo tanto, más que a nadie a la JCE le conviene aclarar más allá de toda duda razonable esta situación. La Junta cueste lo que cueste y pierda lo que pierda, debe buscar la verdad” y la encierro entre comilla porque para mí, esta es una verdad relativa por muchas razones. La absoluta es la de mi Señor Jesucristo., pero bien…, siendo concreto y objetivo para este asunto diré que la junta, si tiene que admitir algún fallo que lo admita y lo corrija porque estas lecciones que hoy se aprenden son de primaria, en febrero vienen las de secundarias y en mayo la graduación para profesional u universitaria y no conviene que sobre el árbitro se posen penumbra o las sombras tenebrosas que precedían a Barnabas Collins.
No, la Patria es de todos y la democracia la construimos Todos. Si hubo fraude lo hubo, pero si no lo hubo, no lo hubo. Llegan momento en que la cita se da con la historia y es cuando se revela el verdadero carácter del hombre. El día que haya régimen de consecuencias por acciones ilegales como compra de cédulas de un lado o del otro , compra venta de delegados, y miembros de mesa, compra de “conciencia” compra de dignidad, ese día, se sentará un precedente; y empezaremos a construir verdadera democracia y la fiabilidad del proceso arbitral de la Junta.
Tenemos que lograr que la elección de un candidato o un presidente pase de simplemente legal a incuestionablemente legítima.
Hoy que el Congreso Nacional se avoca a evaluar aspirantes a Defensor del Pueblo, debe tomar en cuenta al momento de elegir que a quien se designe tenga vocación de servicio, carácter y disposición a mediación, porque en cualquier momento pudiere ser llamado por las circunstancias a tomar parte neutral (por falta de imparciales) como verdadero árbitro o imparcial observador en situaciones como esta, puesto que lo acontecido, podría poner en peligro los derechos fundamentales de cada individuo y los derechos colectivos e intereses difusos de toda la Nación. Un Defensor independiente, es necesario para bien de todos ya que lo que es igual no es ventaja y los momentos acaban de demostrar que necesitamos un árbitro con autoridad moral para ser testigo tanto a lo interno como a lo externo. El Defensor del Pueblo está madurando, se está acreditando internacionalmente, en otras palabras, el Defensor se está consolidando. La actual titular ha construido el gran aeropuerto para el despegue y ha comprado las aeronaves, ahora a quien el destino señale para continuar debe pilotear las naves para mantenerla volando alto mientras hace mejoras continuas al gran aeropuerto, Algún día y espero que no sea lejano, el Defensor del Pueblo debe acreditarse como observador del proceso electoral dominicano, con el interés de contribuir a salvaguardar los derechos de todos.
Hasta la próxima. Dario Nin