Desde los albores del siglo XX, cuando en Méjico aparece el muralismo como expresión viva de los ideales sociales que inspiraron la construcción de una identidad nacional incluyente con miras a transformar los prejuicios raciales contra los indígenas el muralismo, en la América Latina, ha sido utilizado como recurso didáctico y pedagógico, para tratar manifestaciones culturales de todo tipo.
La visibilidad de esta expresión artística de gran formato, plasmada directamente en las paredes ha dotado de recursos comunicativos a los artistas y ha llegado a instalarse no solamente al exterior de las fachadas -si no al interior de los establecimientos públicos- como decoración de espacios, pero sobre todo como elemento constitutivo de su identidad corporativa como lo puede llegar a ser su mismo slogan y logotipo.
Un mural, pintado en la pared interior o exterior de un bar, un restaurante, una tienda de tabacos, un almacén de ropa y el innumerable etcétera de actividades económicas que existen, no solamente engalana el lugar sino que lo regala con arte puro, con la sensibilidad del artista que deja plasmada allí además de su sentir, el palpitar del dueño del lugar quien a través del artista da rienda suelta a su creatividad, la materialización de los valores, la misión y la visión que conforman los pilares ideológicos de su negocio.
Este es precisamente el valor agregado que impregna a sus obras la destacada artista plástica y muralista Lidisset Reyes. En una simbiosis que establece desde el primer momento con sus clientes lee el sentir y el palpitar de quienes ella prefiere llamar sus musas y numen porque es a partir de ellos y sus inspiraciones e ideas que ella materializa con su magia esta necesidad profunda de expresión que llevamos todos dentro.
La honda sensibilidad de Lidisset le permite a través de charlas relajadas y distendidas conocer a su cliente, su sentir, su pensar, analizar los entornos, recomendar y aconsejar porque desde el primer momento, en que visita el lugar que va a intervenir con su arte, se apropia de él de los elementos que lo componen y hace que sus murales se conviertan en parte integral de lo ya existente sin que haya rupturas visuales que desarmonicen y por el contrario le impregna un aspecto de identidad única que los separa de los negocios similares.
La decoración hecha por Lidisset Reyes convierte cada espacio que interviene en una expresión viva del sentir de sus dueños y en un regalo visual, emocional y sensorial para quienes tienen la oportunidad de encontrarse con estas obras de arte en los lugares que visitan.
