CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, postergó para el viernes la instalación de su Asamblea Constituyente, pese al rechazo internacional y las denuncias de “fraude” en la elección.
“Se ha propuesto que la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente se haga, en vez de hacerla mañana jueves, se organice en paz, con tranquilidad y todo el protocolo necesario”, dijo Maduro en un acto con asambleístas elegidos el domingo pasado.
La oposición convocó a marchar en Caracas el jueves para rechazar la toma de posesión de los 545 asambleístas, lo cual se mantenía pese al aplazamiento anunciado por el mandatario.
Maduro rechazó por otro lado la denuncia de la empresa Smartmatic, que dio el soporte tecnológico de los comicios para la Constituyente, de que hubo “manipulación” de los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), según quien votaron ocho millones de personas.
“La diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”, dijo en Londres el presidente de la compañía SmartMatic, Antonio Múgica, cuya empresa dio soporte a comicios venezolanos entre 2004 y 2015.
El presidente no juramentó este miércoles a los asambleístas como estaba previsto.
“Terremoto mundial”
El dato de participación era clave para la legitimidad de la Constituyente, luego de que la oposición asegurara haber recaudado 7,6 millones de votos contra la iniciativa en un plebiscito simbólico el 16 de julio.
La oposición sostiene que apenas unos 3,5 millones votaron el domingo. “Es un terremoto mundial”, dijo Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora, sobre la denuncia de Smartmatic.
Tibisay Lucena, presidenta del CNE -acusado de oficialista-, aseguró que se trata de “una aseveración irresponsable con base en estimaciones sin fundamentos”.
“Este proceso no lo mancha nada porque es transparente”, subrayó el gobernante, quien atribuyó la versión de la compañía a una “reacción del enemigo internacional”.
El escándalo estalló en medio del rechazo de la comunidad internacional a la Constituyente, un suprapoder que regirá al país por tiempo indefinido y reformará la Carta Magna de 1999, impulsada por el presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Bajo temores y sanciones
Elegida entre protestas que dejaron diez muertos y rechazada por 72% de los venezolanos según Datanálisis, la Constituyente sesionará en el Salón Elíptico del Palacio Legislativo, en cuyo hemiciclo debate el Parlamento, lo que hace temer enfrentamientos.
Desde que los opositores tomaron el control del Congreso en enero de 2016, simpatizantes del gobierno han irrumpido violentamente dos veces.
La instalación se hará pese a que una decena de países latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea no reconocen la Constituyente, por considerarla una amenaza a la democracia.
El gobierno también enfrenta la condena internacional por el encarcelamiento el martes de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, quienes guardaban arresto domiciliario.
El presidente estadounidense, Donald Trump, cuyo gobierno impuso el lunes a Maduro sanciones financieras y jurídicas, fustigó las acciones de lo que llama “dictadura”.
¿Cacería de brujas?
Maduro sostiene que la Constituyente recuperará la economía y la paz en este país en severa crisis económica y convulsionado por protestas opositoras que dejan unos 125 muertos desde que iniciaron hace cuatro meses.
Pero la oposición, que rechazó participar en la Constituyente, no la reconoce y asegura que fue propuesta por Maduro para perpetuarse en el poder e instaurar un modelo comunista.
Líderes oficialistas, como el poderoso Diosdado Cabello -quien podría presidir la Constituyente-, han anunciado la posible disolución del Parlamento y la reforma de la Fiscalía.
La fiscal general, Luisa Ortega, una chavista que se convirtió en la mayor crítica del gobierno, denuncia que Maduro tiene “ambición dictatorial” y dijo estar segura de que irán por su “cabeza”.
Pero en entrevista con la AFP, la excanciller y ahora asambleísta Delcy Rodríguez descartó una cacería de brujas.
“Hasta aquí llegué”
La Constituyente, según Maduro, reforzará además el poder comunal para profundizar el socialismo, acabará con la dependencia del petróleo -fuente del 96% de los ingresos del país-.
También elevará a rango constitucional los planes sociales, el control de precios contra la inflación y la entrega de alimentos subsidiados, en grave escasez.
Pero la oposición sostiene que Maduro, con rechazo del 80% según Datanálisis, buscará evadir elecciones. La próxima semana vence el plazo de inscripción de candidatos a los comicios regionales de diciembre, pero ahora todo depende de las decisiones de la Constituyente.
“Es posible que haya rupturas en el oficialismo, esto va a poner a un sector a meditar si continúa respaldando el régimen autoritario o si dicen ‘hasta aquí llegué’”, opinó el el politólogo John Magagdaleno.
Maduro convocó a la Constituyente sin consulta en referendo a los venezolanos, como sí ocurrió en 1999. Ante las críticas, propuso una consulta para aprobar la nueva Carta Magna.
por Maria Isabel SANCHEZ