Por. Andrés Bonilla.
Rep. Dom. – La frase “una de cal y otra de arena” es muy antigua pero, en cierto modo, común en los actuales momentos. Hasta que Isaac Johnson obtuvo el prototipo del cemento moderno allá por el año 1845, lo frecuente era preparar una mezcla muy compacta para darle resistencia la edificación. De aquí vendría, según el Diccionario Espasa de Dichos y Frases Hechas, de Alberto Buitrago Jiménez, el origen de la famosa expresión una de cal y otra de arena.
Cuando no existía el cemento los ladrillos o piedras se fijaban con mortero, un compuesto que se conseguía con una palada de cal, un material consistente, y otra palmada de arena, la cual es mucho más ligera, abundante y económica. A pesar de que la arena representa lo bueno y la cal representa lo malo los resultados de la fusión de ambos ingredientes para la industria de la construcción eran excelentes.
Es en ese contexto donde habría nacido frase, la cual es utilizada para expresar un funcionamiento o un comportamiento, que unas veces es positivo y otras veces negativo. El positivo estaría representado en la arena y el negativo en la cal. La cal se interpreta como lo malo, como lo antagonico, que contiene partículas infecciosas transmitidas por el olor, en tanto que la arena es lo noble, lo común e inofensivo.
Si aplicamos la frase a la actual situación interna del Partido de la Liberación Dominicana no resulta difícil determinar, entre las tendencias del expresidente Leonel Fernández y la del presidente Danilo Medina, cuales son los discípulos de ambos líderes de cal y cuales son de arena. A pesar de que el panorama es es muy complicado en el PLD si a Buitrago Jiménez, a quien se le atribuye ser el autor de la frase “una de cal y otra de arena” se le asignara establecer cual es una y cual es la otra, este no tendría que inventar una mezcla nueva de pegar las piedrás y los ladrillos para determinarlo.
Sin ningunas dificultad podría Alberto Buitrago Jiménez establecer si el senador de San Juan Feliz Bautista, el ex ministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa y el expresidente de la Junta Central Electoral Roberto Rosario, acusados de actos de corrupción y de la comisión de otros delitos, son de cal o son de arena. Tampoco tendría dificultad para determinar a cual componente corresponde el ex director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses OMSA Manuel Rivas, quién cumple medida de coerción por el asesinato del abogado y catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo Yiniol Ramírez.
De igual modo, Buitrago Jiménez tendría la suficiente habilidad para determinar a cual componente pertenecen el destituido embajador Danni Santana y el nombrado y de inmediato destituido vice ministro de la Juventud Van Troy Suazo, quienes también cumplen medidas de coerción, el primero acusado de la violación sexual de su hijastra y el segundo acusado de violencia de género.
Probablemente donde encuentre dificultades del creador del Diccionario Espasa de Dichos y Frases Hechas, es cuando le toque determinar si el presidente del senado y secretario general del Partiodo de la Liberación Dominicana, Reinaldo Pared Pérez es de cal o de arena, pues el también pre-candidato presidencial de esa organización política defiende su argumento de que pasó por el “lodazal y no se enlodó”. También podría encontrar escollos al ubicar al polémico Franklin Almeida Rancier, quién recibe un salario mensual de 250 mil pesos mensuales como Secretario sin Cartera sin desempeñar ninguna labor.
En el caso del presidente Medina y del expresidente y aspirante a reconquistar el poder en las elecciones apuntadas para el 2020 Leonel Fernández, se puede considerar como un hecho que es aquí donde Buitrago Jiménez encontrará el mayor tunel de tinieblas para determinar cuál de los dos responsables de la crisis internas del PLD encabeza el grupo de la antagónica cal y cual encabeza grupo de la inofensiva arena, aunque para hacer esa especificación no hay que ser un experto en ninguna área.
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