Este trabajo ebería ser visto por maestros, estudiantes, padres, jóvenes y por quienes alguna vez, apelaron al prejuicio como forma de concebir la realidad y las personas, es decir, todos nosotros.
Por: José Rafael Sosa
No me conoces representa más que el debut en solitario de Nashla Bogaert. porque además de su calidad fílmica, representa un enfoque que debería ser objeto de reflexión y estudio de la población dominicana: el prejuicio de todo tipo de todos contra todos.
Cuando el espectador sale de la sala de cine en la que ha visto No me conoces, puede que ya no sean los mismos sus conceptos sobre la historia tradicional, sobre los llamados “popis”, sobre el criterio de “lo nacional” y “lo dominicano” y las nociones del prejuicio.
El trabajo reafirma el talento creativo de Nashla que antes había sido co directora, con José María Cabral, del documental Isla de Plástico (2019), igualmente valioso y valiente en su denuncia sobre la contaminación con desechos plásticos que nos arropa y amenaza.
Plantearse un documental sobre el prejuicio y la identidad, con los tiempos que corren, con los riesgos que implica, requiere de valentía, profundización afinada en los conceptos, creatividad en el uso de los recursos expresivos del cine para presentar novedosamente la crónica contada y un objetivo estimular una sociedad respetuosa y democrática.
La exposición es inteligente y emotivamente vinculada a la niñez y adolescencia de la directora, a la relación con sus padres, para devenir en un planteamiento mucho más amplio que nos recuerda, antes que todo, la definición de la Real Academia Española de la Lengua, del concepto perjuicio: “Opinión preconcebida, generalmente negativa, hacia algo o alguien” y continua con un planteamiento de Juan Pablo Duarte, escasamente utilizado por los sectores del nacionalismo fundamentalista: “Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados/ Marchando Unidos, Serenos y Osados/ La Patria libremos de Viles Tiranos/ y al Mundo mostremos que somos Hermanos.” (De su ensayo Sobre la unidad de las razas).
El manejo del lenguaje del cine aporta novedad en el manejo de la cámara en estudio en que logra captar la gracia y profundidad de los enfoques de sus entrevistados, en el desarrollo visual de sus diversos planos, en la forma de captar a sus entrevistados, algunos con una gracia y profundidad didáctica sorprendente y reveladora.
El documental trata sobre un tema que es un terreno minado, tocando sensibilidades y opacidades de visión social que nos han hecho levantar muros de prejuicios en un festín sin sentido de todos contra todos, y hacerlo desde una perspectiva que involucre tanto un mensaje matizado de justo análisis.
La que se planteó Nasha Bogaert, la directora, no era una tarea sencilla. Buscaba un proyecto bien logrado, comprometido, valiente y que incursiona en técnicas expositivas novedosas.
Era tomarse el riesgo y el desafío que debía requerir de valor, una elevada dosis de compromiso para promover valores que se enfrenten al facilismo social de la manada y la intolerancia que inunda los espacios.
El documental cuestiona el concepto de “lo dominicano”, rompiendo esquemas que han sido hasta el momento “palabra de Dios”.
La fotografía y la edición de Israel Cárdenas otorgan al proyecto una categoría estética, junto al sonido de Franklin Hernández, pone al espectador en condiciones de sentirse cinematográficamente respetado.
La labor de investigación, que cuestiona la validez de las versiones de la historia “oficial” a cargo de Johanné Gómez Terrero y Lía Briones, ilustran al espectador en verdades y mentiras, sorprendentes escritas como si fueran libros de historia, cuando en realidad se trata de realidades tamizadas por el errático mirar interesado de la perspectiva parcial, incompleta e interesada, aun se trate de textos de escritores calificados como “Padres de la historia dominicana”.
Este documental debería pasar a ser visto por maestros, estudiantes, padres, jóvenes y por quienes alguna vez, probablemente sin darse cuenta, apelaron al prejuicio como forma de tamizar la realidad y las personas.
El documental estará en exhibición en salas de Fine Arts y Downtown Center. No se lo pierda por nada del mundo. Si el cine puede contribuir a motivar una mejor ciudadanía, la prueba está ahora en No me conoces.
Ficha Técnica
Título: No me conoces
Género: Documental
Directora e idea original: Nashla Bogaert
Productores: Nashla Bogaert, Gilberto Morillo, David Maler
Duración: 1 hora 10 minutos
País: República Dominicana
Producción en línea: Carlos Germán
Dirección de fotografía y edición: Israel Cárdenas
Música: Carlos Zouain
Sonido: Franklin Hernández
Investigación: Johanné Gómez Terrero
Asistente de Investigación: Lía Briones
Patrocinadores: Cervecería Nacional Dominicana y KPI
Expositores: Alfonso Peralta, (poeta y ciudadano arawaco), Pablo Mella (jesuita, docente, investigador) Bonayel Mota (músico folklórico), Dagoberto Tejeda (sociólogo e investigador cultural y folclórico, José Duluc (músico folclórico), Quisqueya Lora (historiadora); Tahita Vargas (Antropóloga) Freddy Ginebra (escritor, gestor cultural), Zoila Luna (comunicadora y psicóloga), Stephanie Bauger, (bailarina y coreógrafa clásica), Xiomara Fortuna (cantante y compositora de música raíz), Vicente Santos (actor, director de cine y teatro) y Michelle Ricardo y Amaury Pérez.