La ciudad de Nueva York pondrá fin a su relación con una compañía de servicios médicos encargada de albergar y atender a una reciente afluencia de migrantes internacionales, luego de críticas en cuanto al lucrativo acuerdo de la empresa con la ciudad y la calidad de sus servicios humanitarios.
La oficina del alcalde Eric Adams anunció el martes que la ciudad no renovará su contrato con la compañía DocGo antes de que el acuerdo expire el próximo 5 de mayo, y que en lugar de ello buscará un nuevo proveedor de servicios de alojamiento para migrantes.
DocGo, que ya había trabajado con la ciudad para brindar pruebas diagnósticas de COVID-19, obtuvo el año pasado un contrato de emergencia sin licitación con un valor de 432 millones de dólares para ayudar a la ciudad a gestionar a una enorme población de nuevos migrantes.
El acuerdo suscitó preguntas del contralor de la ciudad Brad Lander, quien al momento de revisar el contrato determinó que no había detalles suficientes para justificar el costo y que no estaba claro cómo es que la compañía tenía la experiencia para transportar, albergar y alimentar a miles de migrantes.
Reportes del The New York Times y el Albany Times Union también detallaron presuntos maltratos a los migrantes bajo el cuidado de la empresa, incluidos problemas con la atención médica y el desperdicio de alimentos, entre otras cosas. Su director general renunció después de que admitió haber mentido sobre su historial académico.
DocGo actualmente brinda atención a 3.600 migrantes, la mitad de ellos en la ciudad y la otra mitad en el norte del estado de Nueva York, dijeron funcionarios.
La primera contempla una tregua de seis semanas, la liberación de 42 rehenes retenidos en Gaza a cambio de 800 a 900 palestinos encarcelados en Israel, el ingreso de 400 a 500 camiones diarios de ayuda alimentaria y el regreso a sus casas en el norte de Gaza de los desplazados por la guerra.
Hamás aseguró que está “estudiando la propuesta”. La Casa Blanca estimó que estas declaraciones “no son muy alentadoras”.
“El Aíd más triste”
Pese a las advertencias internacionales, Israel sigue decidido a lanzar una ofensiva terrestre en la ciudad de Rafah, que califica como el último bastión de Hamás en la Franja de Gaza.
