La reforma constitucional que impulsa el Poder Ejecutivo busca eliminar 53 legisladores de la Cámara de Diputados
Antes de considerar la posibilidad de reducir la matrícula de diputados en la Cámara Baja, el órgano congresual se encuentra bajo constantes consultas para determinar la viabilidad de la medida contenida en el proyecto de reforma constitucional.
Este martes, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, precisó que la rebaja en la matrícula de los legisladores no debe hacerse “por mero capricho”, sino bajo análisis técnicos territoriales y consensos con todos los partidos.
En medio de las reuniones habituales que encabezan los diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM) para llegar a un punto medio en la controvertida propuesta de bajar el número de congresistas, Pacheco reveló que se ha reunido con técnicos expertos para determinar en cuáles localidades se puede aplicar la disminución.
Aunque desde el mismo oficialismo ha tomado fuerza una corriente para que se eliminen 15 diputados, y no 53 como quiere el presidente Abinader, el presidente de la Cámara Baja expresó que “no es bueno hablar de números” en medio de las discusiones.
Lo que sí aseguró es que los congresistas del PRM están avanzando “de manera progresiva” para lograr un acuerdo en torno a la propuesta de reforma constitucional y sostuvo que en los próximos días estarán informando su postura oficial.
Con la ronda de contrapropuestas, análisis y rechazos, lo seguro es que el proyecto de reforma constitucional no será aprobado en el Congreso tal como lo envió Abinader, quien quiere una Cámara de Diputados con 137 miembros y no de como está en la actualidad.
La pieza está bajo debates en una comisión bicameral y, en caso de aprobarse en ambas cámaras, obligaría a la Asamblea Nacional (diputados y senadores reunidos) a encabezar una sesión para aprobar, modificar o rechazar la reforma constitucional.
Otros puntos que la reforma quiere tocar son la elección del procurador, la unificación de las elecciones y la prohibición para que los mandatarios no se perpetúen en el poder más allá de dos periodos.