Palabras del gobernador del Banco Central Héctor Valdez Albizu, en el acto de apertura de “Expo Mercado de Valores 2023”

Buenos días:

Es un honor para mí, en mi condición de Gobernador del Banco Central y Presidente de la Junta Monetaria y del Consejo Nacional del Mercado de Valores, darles la más cordial bienvenida a este prestigioso acto de inauguración de “Expo Mercado de Valores 2023”, primera feria del Mercado de Capitales de la República Dominicana, iniciativa que surge con el propósito de unificar esfuerzos y proporcionar un espacio donde agentes económicos y público en general puedan conocer los beneficios y oportunidades que ofrece el mercado de capitales de nuestro país, a través de toda su oferta de productos, tanto para inversionistas como para emisores.

Me complace ver aquí reunidos a reguladores, líderes empresariales, inversionistas, participantes del mercado, emisores de valores, demás agentes económicos y público en general, que conforman el tejido que impulsa el desarrollo de nuestra economía, por lo que estos días serán propicios para el intercambio de conocimientos y reflexionar sobre los retos que nos plantean las tendencias inmediatas y futuras de nuestro mercado de valores, en el contexto y la evolución de los mercados a nivel global. Su presencia aquí demuestra su compromiso con el continuo desarrollo de nuestro mercado de capitales y con el progreso de nuestro país.

Como es del conocimiento de muchos de los presentes, el Banco Central ha estado inmerso, desde sus inicios, en promover el surgimiento, fortalecimiento y desarrollo del mercado de valores de nuestro país, como fuente alternativa de financiamiento para los sectores productivos y por su importancia para la implementación de la política monetaria, con el fin ulterior de fomentar la estabilidad y resiliencia macroeconómica y el desarrollo del país.

Las acciones adoptadas por el Banco Central han estado orientadas a tres importantes ámbitos: el desarrollo del marco legal e institucional del mercado; la reforma del Sistema de Pago y Liquidación de Valores de la República Dominicana (SIPARD) y la desmaterialización de nuestras emisiones de valores en CEVALDOM. De dichas acciones me permito destacar los aspectos siguientes:

• En torno al desarrollo del marco legal e institucional del mercado, es preciso resaltar el soporte del Banco Central en la formulación del marco regulatorio con la promulgación de la antigua Ley 19-00, así como el apoyo brindado a la Superintendencia del Mercado de Valores con capital humano especializado y espacio físico para su instalación inicial.

 

• De igual forma, realizamos un esfuerzo mancomunado con la Superintendencia del Mercado de Valores para la aprobación de la Ley vigente Núm. 249-17, así como la elaboración de sus reglamentos de aplicación.

 

• Sobre la reforma del Sistema de Pago y Liquidación de Valores de la República Dominicana (SIPARD), el Banco Central ha impulsado importantes iniciativas en el ámbito normativo, tecnológico y operativo, entre las que destaco la implementación del sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR) administrado por esta Institución, la cual ha tenido un impacto primordial en el desarrollo del mercado de valores local, debido a que permite, de manera eficiente, la liquidación de las operaciones de valores en el mercado primario y facilita la entrega contra pago, en tiempo real, de las operaciones transadas en el mercado secundario de valores.

 

• Con relación a la desmaterialización de las emisiones de valores del Banco Central como parte de las operaciones de mercado abierto, en el marco de la instrumentación de la política monetaria, desde inicios del 2000 hemos venido adoptando en gran medida los estándares regionales impulsados por el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), el cual me honro en presidir, siendo el más relevante la desmaterialización de las emisiones de valores que se realizaban anteriormente de forma física, coadyuvando de esta manera a promover la formación de precios en el mercado secundario de dichos instrumentos.

Para esta importante tarea de desmaterializar nuestras emisiones de valores, fue necesario apoyar decididamente a CEVALDOM en sus inicios, como entidad privada que ofrecería los servicios de Depósito Centralizado de Valores. Como parte de su fortalecimiento, esa entidad logró niveles más adecuados de capitalización; arribó a una alianza estratégica con una depositaría de valores de Perú; y cumplió con los requerimientos del Banco Central para conectarse de manera exitosa con el sistema de pagos y liquidación de valores y con el mecanismo electrónico de subastas utilizado en nuestras operaciones de mercado abierto.

Hoy día, luego de dos décadas de desarrollo constante de nuestro mercado de valores, podemos afirmar con mucha satisfacción que la apuesta por parte del Banco Central a dicho mercado ha dado frutos tangibles, medidos por los volúmenes transados de valores y los niveles de eficiencia de sus diferentes infraestructuras, así como por su seguridad, fiabilidad y transparencia, elementos todos, que tienen un impacto importante en la protección a los inversionistas, como principal pilar consagrado en nuestra Ley del Mercado de Valores. En efecto, al cierre de 2022 el volumen de los valores de oferta pública en moneda nacional y extranjera en custodia de CEVALDOM representa un 36% con relación al PIB, habiéndose duplicado en los últimos diez años.

Este nuevo marco normativo, además de su enfoque hacia una mayor proyección de los inversionistas, se orienta hacia la transparencia en las operaciones, a la creación de nuevos mecanismos de negociación y la apertura a nuevos emisores de oferta pública. Producto de esta apertura, recientemente, se realizó la primera colocación de acciones de oferta pública de una empresa privada en el mercado de valores dominicano, mereciendo ser resaltado el rol que jugó para este importante logro la Ley de Fomento del Mercado de Valores No. 163-21 promulgada por el presidente Luis Abinader en fecha 3 de agosto del 2021.

Es importante destacar que el desarrollo del mercado de capitales local genera ventajas significativas para la economía de la República Dominicana a través de varios mecanismos. En primer lugar, proporciona a las empresas locales una vía adicional de financiamiento directo a través de la emisión de instrumentos financieros como acciones y bonos y de forma indirecta por medio de fondos de inversión y fideicomisos, permitiendo fomentar la inversión en proyectos de infraestructura, innovación, tecnología, entre otros, propiciando una mayor actividad económica con su consecuente generación de nuevos empleos.

Por otro lado, el desarrollo del mercado de capitales constituye un eje de atracción para inversionistas locales y extranjeros, que además de generar mayores flujos de capitales hacia la economía, aumenta la confianza en el ambiente de inversión del país. Es decir, que un mercado de capitales dinámico, con prácticas regulatorias adecuadas y oportunas, se debe reflejar positivamente en la calificación crediticia del país y en el fomento de una cultura de transparencia, contribuyendo a reducir los costos de endeudamiento para el país.

Entendemos que los logros alcanzados hasta hoy por el mercado de valores de nuestro país deben impulsarnos a seguir identificando potencialidades de mayor crecimiento y eficiencia, como podría ser: continuar fomentando las emisiones de valores como los bonos corporativos y acciones de oferta pública; lograr mayores volúmenes transados en los mecanismos centralizados de negociación como las bolsas de valores; y promover un mayor uso de vectores de precios de referencia en la determinación del valor de los instrumentos financieros, para evitar posibles arbitrajes regulatorios que pudieran ocurrir con la existencia de diferentes referencias de precios para un mismo valor.

Pienso, mis amigos, que con estos avances, nuestro mercado de valores se encamina a colocarse con firmeza entre los mercados financieros de referencia global, fortaleciéndose como un eslabón de importancia para nuestro crecimiento económico sostenido. Ante el actual entorno internacional retador y convulso, la evolución positiva del mercado de valores dominicano constituye un elemento de fortaleza para la economía dominicana, que contribuye a que, desde la Junta Monetaria y el Banco Central, podamos continuar adoptando medidas oportunas y precisas ante los cambios que se suceden en el entorno doméstico e internacional y que vigilamos permanentemente.

Finalmente, quiero agradecer su presencia y su contribución para hacer de esta feria un evento exitoso, al tiempo de exhortarles a que sigamos apostando con pasos firmes a nuestro mercado de valores, para que continúe desarrollándose de forma competitiva y eficiente, como una alternativa de financiamiento a los proyectos de inversión y a una mayor diversificación de las inversiones de los fondos de pensiones, que contribuya a un mayor desarrollo de nuestro país, una mejoría significativa en las condiciones de vida para todos los dominicanos y continuar mirando al futuro con optimismo, certidumbre y confianza.

¡Muchas gracias!