Luis: Córdova
Los que conocen al presidente, desde antes de ser el primer ciudadano, tienen la información de que prefiere trabajar de noche. Sobre el particular de si le gusta dormir mañana nada se ha revelado, pero en algún momento debe descansar.
Balaguer, cuando la oposición perredeista parecía dispersarse, bajaba los ánimos de sus correligionarios advirtiendo que “las garzas, al caer la noche, duermen juntas”. Invitaba a levantarse temprano (literalmente), para desatar los “amarres” de la noche anterior, quizás naufragados en alcoholes de la francachela.
Madrugar es un arte que de modo tácito y metafórico aparece en los mejores tratados de estrategia.
La reelección que en principio fue censurada, hoy es la convocatoria al trabajo político franco. ¿Qué tiempo ha pasado entre una postura y otra? Meses. ¿Cuáles cosas han cambiado? Basta ver las redes.
En ellas encontramos encuestas (falaces y veraces), proyección de escenarios (insólitos y probables), gurúes de la política criolla, vedettes del Twitter y radicales de todos los colores.
Quizás alguien pudiera encontrar, y gentilmente compartirnos, la respuesta a interrogante del millón: ¿por qué la reelección madrugó?