Por: Yenifer Gil
Es común escuchar recriminaciones constantes para quienes tienen el hábito de procrastinar y no exhiben logros constantes; sin embargo, poco se habla de quienes a toda costa se enfocan en el hacer y en la obtención de resultados visibles.
En décadas anteriores, solíamos ver una tendencia significativa al logro, el éxito se medía por la cantidad de bienes materiales adquiridos y los títulos profesionales que se tenían. Dichas prácticas, aunque primaban y aún se mantienen en muchos casos, generaban un estrés crónico del cual pocos eran conscientes.
Hoy en día nos encontramos con una nueva corriente que promulga la liberación de esas ideas y practica de la flexibilidad como una herramienta de bienestar emocional.
Quienes fuimos formados bajo estándares de autocrítica y exigencia extrema, debemos hoy sanar nuestras heridas y expandir nuestro concepto de éxito, el cual variará acorde a los estándares de cada uno.
En un mundo cada vez más competitivo, se hace necesario hacer las paces con nosotros mismos y entender que somos más que lo que podemos exhibir. Ser compasivos y flexibles evitando las comparaciones, nos ayudará a enfocarnos más en lo que sí somos y evitar el auto sabotaje propio de quienes han colocado el perfeccionismo e idealismo como su sello personal.
Hoy te invito a reconocer tus avances, a celebrar tus triunfos y agradecer donde te encuentras hoy, mientras vas construyendo el camino hacia donde deseas llegar.
¡Expande tus alas, cree en ti, flexibiliza tus ideas, hazlo simple, como te funcione a ti y brilla como solo Tú puedes hacerlo!
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