Se trata de la primera prueba de conducción autónoma realizada con la ayuda de un teléfono inteligente, el Mate 10 Pro, gracias a la inteligencia artificial, indicó el grupo en un comunicado.
El vehículo, un deportivo ultra-rápido alemán equipado con una cámara en el techo, “no sólo detecta, sino que además entiende los estímulos que recibe a su alrededor” y “puede distinguir entre 1000 objetos diferentes, incluyendo un gato, un perro, una pelota o una bicicleta”, señaló el texto.
El deportivo pudo evitar obstáculos sobre una pista en línea recta de unas decenas de metros.
“El teléfono inteligente controla totalmente al vehículo, no hicimos nada más allá de los elementos de pilotaje” dentro del deportivo, señaló.
Los objetos son detectados por la cámara e identificados por la inteligencia artificial, agregó Herkelmann.
Huawei aclaró que su prueba estaba diseñada para demostrar las capacidades de su teléfono inteligente, pero la empresa no tiene entre sus planes desarrollar un sistema de conducción autónomo para vehículos.