AGENCIA AFP
Las autoridades judiciales francesas prolongaron el domingo por la noche la detención del director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, al día siguiente de que fuera arrestado en un aeropuerto de París por delitos relacionados con el popular servicio de mensajería.
Acompañado de su guardaespaldas y de su asistente, el multimillonario franco-ruso de 39 años fue detenido el sábado por la noche en el aeropuerto Le Bourget, al norte de la capital, informó a AFP una fuente cercana al caso.
El fundador de Telegram llegaba de Bakú, en Azerbaiyán, y debía pasar al menos la noche en París donde tenía prevista una cena, añadió una fuente cercana a la investigación.
El juez de instrucción encargado de esta investigación judicial prolongó el domingo por la noche su detención preventiva, que puede durar hasta 96 horas como máximo, según otra fuente cercana al caso.
Después, Pavel Durov podría ser puesto en libertad o presentado ante este magistrado con vistas a una posible acusación.
La agencia francesa de prevención de la violencia contra los menores, OFMIN, había emitido una orden de arresto contra Durov como parte de una investigación preliminar sobre varios delitos, incluyendo fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción de terrorismo, indicó una de las fuentes.
Durov es sospechoso de no tomar acciones para impedir el uso de la plataforma Telegram con fines criminales.
En un comunicado el domingo por la noche, Telegram declaró que su director ejecutivo “no tiene nada que esconder y viaja frecuentemente a Europa”.
“Telegram cumple las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales. Sus acciones de moderación están dentro de los estándares de la industria”, indicó la compañía con sede en Dubái en un comunicado a través de la aplicación.
“Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos” en dicha plataforma, añadió.
Francia “se niega a cooperar”
“Basta de la impunidad de Telegram”, indicó un investigador del caso, quien señaló que los tomó de sorpresa la llegada de Durov a París a sabiendas de que era buscado.
Rusia acusó a Francia de “negarse a cooperar”. Las autoridades rusas señalaron que habían solicitado acceso a Durov, pero no obtuvieron respuesta de Francia.
“Pedimos inmediatamente a las autoridades francesas que explicaran las razones de esta detención y exigimos que se protegieran sus derechos y se concediera acceso consular. Hasta ahora, la parte francesa se niega a cooperar en esta cuestión”, declaró la embajada de Rusia en París en un comunicado difundido por la agencia de noticias Ria Novosti.
La ministra de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, informó que Moscú había pedido un acceso consular a Durov, pero que como tiene también la nacionalidad francesa, “Francia considera que es su nacionalidad principal”.
El empresario Elon Musk, dueño de la red social X, publicó el hashtag #FreePavel (#PavelLibre) y comentó en francés “Liberté Liberté! Liberté?” (¡Libertad Libertad! ¿Libertad?).
Telegram se posicionó como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, criticadas por su explotación comercial de los datos personales de los usuarios.
La aplicación de mensajería cifrada se comprometió a no revelar nunca información sobre sus usuarios.
En una entrevista concedida en abril al presentador estadounidense de derechas Tucker Carlson, Durov afirmó que tuvo la idea de lanzar una aplicación de mensajería encriptada tras recibir presiones del gobierno ruso cuando trabajaba en VK, una red social que creó, antes de venderla y abandonar Rusia en 2014.
El empresario, que estableció la sede de la aplicación en Dubái elogiando la “neutralidad” de esta ciudad, afirmó a Carlson que a la gente “le encanta la independencia. También les encanta la privacidad, la libertad, (hay) muchas razones por las que alguien se pasaría a Telegram”.
Durov afirmó entonces que la aplicación tenía más de 900 millones de usuarios activos.
Al tener su sede en Emiratos Árabes Unidos, Telegram se protegió de las leyes de moderación, en un contexto de presión por parte de los países occidentales a las grandes plataformas para que retiren contenidos ilegales.
Telegram permite grupos de hasta 200.000 miembros, lo que provocó acusaciones de que facilita la propagación viral de información falsa, así como que los usuarios difundan contenidos neonazis, pedófilos, conspiranoicos y terroristas.
El servicio de mensajería competidor, WhatsApp, introdujo límites mundiales al reenvío de mensajes en 2019 después de que se le acusara de permitir la difusión de información falsa en India que provocó linchamientos.