Por Darío Nin
Muchos al leer el título me han diagnosticado con una crisis en mi fe. Tal vez la tenga, y me sobresalte de vez en cuando, pero no creo que ese diagnóstico a priori sea correcto, o certero.
De los que me lean sólo de título, la mayoría pudiera opinar y proferir improperios contra todos los cristianos y hasta contra el mismo Dios.
Hoy la gran mayoría, y tal vez, producto del bombardeo de información, solo atinan a leer títulos. Luego dejan volar su imaginación haciendo un “corto, pero a su vez” profundo” análisis”. Muchos llevan hecha la sentencia y la condenación antes de leer el expediente.
Bien…, independientemente de lo expuesto, en realidad me está costando mucho decir que soy cristiano y no precisamente porque esté en crisis mi fe.
Creo, que por todo lo contrario. En estos tiempos he buscado más que nunca tal vez, de Cristo como Dios y de aferrarme a él y de hacer llegar sus enseñanzas, asi como la palabra y los principios bíblico que recibo a mas gentes, a más personas.
¿Y entonces …cuál es mi problema? Por qué titulo el escrito como lo he hecho. En verdad, la respuesta es simple; pero antes quisiera compartir contigo lo que dicen Las Escrituras, en Hechos 11 :19-30.
“19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús.
21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.
23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.”
Creo que si prestó atención a la lectura se habrás dado cuenta que ahí está la respuesta a mi situación.
No quiero llamarme cristiano, quiero ser cristiano, quiero actuar, accionar como cristiano desde mi corazón.
No quiero ir pregonando “que soy cristiano”, deseo que eso no tenga yo que decirlo, sino que mi accionar convenza a todos, sobre todo a lo que estan cerca, de mi autenticidad, no porque sea perfecto, y no transgredo, sino por que antes de actuar me pregunto que hubiese hecho Jesús y entonces actúo conforme a esa respuesta que en alguna parte de La Palabra está.
Hoy vendrán tiempos como los después de Esteban, nuestra fe será puesta a prueba. En poco tiempo las vicisitudes y las persecuciones no serán historias que leemos y contamos; si no, vivencias.
Debemos empezar a hacer como dice el libro de Gallo González “aeróbicos espirituales”, para fortalecer “los músculos de la fe”, porque “la madre de las batallas” se acerca y debemos estar fuertes para no dar la respuesta de Pedro antes del canto del gallo.
Hoy reniego a decir que soy cristiano, me gustaría que los demás lo intuyeran. Reconocer la voz de Cristo y que él me conozca en cualquier circunstancia.
Hasta la próxima.
Dios te bendice hoy.
JC/dn