Rediseñan el sistema de la carrera policial para un perfil más profesional, cercano y efectivo

El comisionado para la Reforma Policial, Luis Ernesto García Hernández, reveló que el Gobierno está a semanas de introducir al Congreso una nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional, construida sobre evidencia, siete estudios internacionales y consultas ciudadanas. El proyecto establece las bases de un rediseño total del sistema de carrera policial, el modelo de patrullaje y los estándares para la profesión policial.
Durante el último año y medio, la comisión trabajó en un diagnóstico nacional, ayudados de expertos locales y extranjeros, estudios de campo y encuestas, con el fin de identificar distorsiones históricas del sistema policial.
“Una de las distorsiones más graves que pudimos identificar fue la estructura de la carrera policial. Apenas el 12 % de los miembros tenía el rango de agente patrullero, cuando el estándar internacional establece que ese rol, que es la persona que está directamente en las calles con los ciudadanos, debe ocupar el 45 % de la fuerza. El 88% estaba concentrado desde cabo a general, que son rangos intermedios, creando una pirámide invertida que afectaba la capacidad operativa”, explica García.
Como respuesta, el nuevo proyecto de Ley Orgánica de la Policía Nacional propone reorganizar por completo el sistema de carrera, estableciendo trayectorias claras para tres niveles: agentes patrulleros, alistados y oficiales. Además, introduce requisitos mínimos para reclutamiento, entrenamiento, ascensos y desempeño, junto a evaluaciones periódicas de competencias.
El desafío es garantizar que el diseño institucional que está haciendo el sistema de carrera, vaya de la mano con el modelo de prestación del servicio que se está aplicando. Para abril de 2026 sumarían unos 9000 policías patrulleros que se han incorporado al sistema.
“Este nuevo sistema educativo de la policía debe rendir culto a las carreras policiales, a la licenciatura en ciencias policiales, que los oficiales se especialicen en policía. Que en la medida en que usted crezca en la fuerza policial de teniente a coronel tiene que tener una maestría sobre dirección del cuerpo policial, porque cuando llegue a general usted pueda liderar la organización”.
La nueva ley trae una nueva forma de seleccionar de coroneles a generales, una evaluación de trayectoria y un curso de alta gerencia policial, que es un requisito obligatorio para el ascenso, pero no significa que hacerlo te garantiza subir al siguiente nivel.
Centro de Estándares de la Profesión
“Un elemento innovador será la creación del Centro de Estándares de la Profesión Policial, un organismo externo que validará permanentemente las habilidades del personal, incluyendo el uso de la fuerza, mediación y tácticas de intervención. Si un agente no supera dos pruebas consecutivas, enfrentaría retiro por pérdida de validación”, asegura.
El laboratorio de pilotaje implementado en Santiago, Naco, Zona Colonial y Santo Domingo Este ha sido clave para identificar brechas operativas y ajustar la propuesta legal. Allí, con 150 agentes inicialmente, se probaron nuevos modelos de patrullaje, protocolos de intervención y prácticas de mediación. De acuerdo con García Hernández, los resultados muestran mejoras en la comunicación, la escucha activa y la capacidad de respuesta sin recurrir automáticamente a la fuerza, un cambio que es considerado esencial para transformar la cultura policial.
En paralelo, el Gobierno impulsa el “Plan 20,000”, cuyo propósito es renovar la base de la institución con policías mejor preparados. El modelo de formación cambió drásticamente: de cursos de dos o tres meses a un proceso de un año presencial, cuatro meses de pasantía supervisada y otro año a distancia como parte de un programa técnico profesional. Este rediseño vino acompañado de la certificación internacional de 33 instructores en intervención policial, quienes ya están entrenando a miles de agentes bajo un esquema técnico táctico documentado por primera vez.
Uniformes
Los nuevos uniformes, que pertenecen al proyecto piloto, que cuentan con un cinturón multipropósito y hasta 12 accesorios, también forman parte de la novedad en la entidad.
“No se trata de un cambio cosmético, sino del soporte material para los procedimientos estandarizados que la ley propone: pistolas eléctricas, instrumentos de control no letal, guantes, gas pimienta y herramientas específicas para intervenciones seguras y proporcionadas. Por primera vez, el entrenamiento mental, comunicativo y táctico se integran como pilares del nuevo modelo policial”.
Estaciones de servicio policial
Otro eje central es la transformación de los destacamentos, que ahora se llaman “estaciones de policía”, y han sido concebidas como centros de servicios ciudadanos. Actualmente operan 80 y se espera finalizar el año con 100. Estas estaciones integran recepción de denuncias, control de detenidos, supervisión, mediación, tecnología y servicios comunitarios, buscando romper con la visión tradicional del cuartel como espacio meramente represivo. Además, han condicionado unos espacios adecuados para que los policías puedan ducharse, alimentarse y tener un área de descanso.
El proceso de reforma
El comisionado subraya que la reforma dominicana ha logrado mantenerse viva y con gobernanza sólida, a diferencia de procesos iniciados en otros países de la región después de la pandemia. Un decreto de 2024 reorganizó la estructura de seguimiento, colocando la reforma bajo la dirección directa del presidente de la República, con mecanismos semanales de rendición de cuentas, llamadas reuniones de fuerza de tarea conjunta. A esto se suman la Junta Directiva del Instituto de Educación Policial, el Consejo Administrativo y el Consejo Consultivo de Reforma Financiera, además de la sociedad civil, sector privado y otras autoridades.
“La clave del éxito está en sostener las nuevas reglas y garantizar que la profesionalización avance junto con un liderazgo más ético y cercano”, destaca García Hernández.
Reconoce que la cultura policial no cambia de un día para otro, pero insiste en que el entrenamiento constante, la selección rigurosa y la evaluación permanente son los pilares que permitirán tener policías más preparados, capaces de escuchar, mediar y actuar con proporcionalidad.
“El ciudadano quiere una policía que funcione y que lo represente”, afirma. “Esta reforma no es lo que yo quiero, ni lo que la institución tiene como tradición, sino lo que la evidencia arroja que necesita la sociedad”.
Con la nueva ley lista para ser enviada al Congreso, el Gobierno apuesta a que el proceso iniciado en 2021 se consolide como una transformación duradera, articulada y capaz de cambiar la relación entre la Policía Nacional y la ciudadanía dominicana. Se espera que el proyecto sea depositado a finales de este mes.


