La líder escocesa Nicola Sturgeon, el rostro del movimiento de independencia de su país durante ocho años, anunció el miércoles que renunciará al cargo, tras meses de controversia por una ley que facilita a la gente cambiar su género en documentos oficiales.
En una una conferencia de prensa en su residencia oficial en Edimburgo, Sturgeon señaló que saber cuándo es el momento de dejar espacio a otra personas forma parte de servir en política.
“En mi cabeza y en mi corazón sé que ese momento es ahora”, dijo a la prensa. “Es lo correcto para mí, para mi partido y mi país”.
Sturgeon, de 52 años, gobierna Escocia desde 2014, cuando los escoceses votaron por la mínima a favor de permanecer en Reino Unido. Aunque la consulta se presentó como algo que sólo ocurría una vez por generación, Surgeon y su Partido Nacional Escocés han presionado para repetir la votación con el argumento de que la salida británica de la Unión Europea ha cambiado los términos. El gobierno británico ha rechazado permitir un segundo referendo.
La primera mujer en liderar Escocia dijo que si bien había tenido dudas sobre su decisión, esta no era “una reacción a presiones de corto plazo”.
“Por supuesto que el gobierno enfrenta asuntos difíciles ahora mismo, pero ¿cuándo no?”, preguntó.
La noticia tomó por sorpresa a los analistas políticos, dada la firme posición de Sturgeon tanto a favor de la independencia como de la ley que facilitaría el cambio legal de género en Escocia.
La norma, celebrada como histórica por activistas defensores de los derechos transgénero, habría permitido que las personas de 16 años o más pudieran cambiar en Escocia la designación de género de sus documentos de identidad por iniciativa propia, sin necesidad de un diagnóstico médico de disforia de género.