Santiago se queda sin agua pero con alta facturación; población amenza con protestar en las calles
Rep. Dom.- Las quejas por falta de agua, facturación elevada y las amenazas por levantarse en protestas, aumentan en barrios y comunidades de esta ciudad, por residentes inconformes ante el precario servicio que según afirman ofrece la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).
Residentes en el ensanche Espaillat, Los Tocones, José Reyes, La Ciénaga, Palo Amarillo, La Jagua , Pekín, Ciudad Satélite, denuncian problemas en el suministro del líquido.
Este sábado hombres, mujeres y niños cargaban galones y cubos de agua en el ensanche Espaillat, en el oeste de la ciudad, donde recibieron apenas 30 minutos de suministro, tras cuatro días sin el servicio.
“Llegó un chin hoy porque tenía cuatro días sin agua, llegó medía hora, y ya se fue, y yo pago entre 2,400 y 2800 pesos de agua mensual. Hay que pagarla porque si no Coraasan viene y corta, además del cargo por reconexión”, narró Miosotis Lantigua quien reside en la calle 7 del ensanche Espaillat.
Dijo que un paliativo a la situación de la escasez de agua potable es la compra de botellones todos los días a 35 pesos, para quienes pueden adquirirla.
Señalan los residentes de allí que algunos vecinos han tenido que comprar “bombas ladronas” porque cuando llega el servicio también confronta problemas de presión lo que dificulta que entre las calles 5 y 8 del ensanche Espaillat llegue con normalidad.
“Aquí vienen camiones que traen agua del canal de Cienfuegos, nos venden los tanques a 50 pesos y eso nos ha traído enfermedades en la piel”, narró Virginia Martínez, quien tiene más de 20 años viviendo en el sector.
La semana pasada se levantaron en protesta los residentes en La Jagua y Palo Amarillo quienes quemaron neumáticos y lanzaron escombros a la vía en reclamo de la mejoría en el servicio de agua potable.
También, en Los Tocones al norte de la ciudad, se quejan de que el suministro de agua es malo y amenazan con lanzarse a las calles a protestar.