
Por Editorial Semanario Católico Camino.
El viernes 11 de este mes celebraremos la Jornada Mundial del Enfermo. Esta feliz iniciativa de San Juan Pablo II cumple 30 años. Es una manera de sensibilizarnos sobre esta realidad existencial.
Estar al lado de los que sufren es un camino de caridad, nos dice el Papa Fran-cisco en su mensaje para este año, y en nuestro país hay muchas personas que están pasando por momentos difíciles cuando se enferman. Lo primero es los altos costos de los medicamentos, que les impide ad-quirirlos cuando más lo necesitan. El calvario es triste. La exclusión social que padecen agrava y acelera su muerte. ¡Qué angustia!
po. Sabemos que hay médicos que muestran la solidaridad y hacen de su profesión un apostolado, ojalá influyan en otros colegas para que entiendan que la medicina no debería ser un negocio, y que las riquezas materiales no tienen sentido cuando olvidan su componente de responsabildidad social.
Con el papa Francisco les decimos: “Queridos agentes sanitarios, su servicio al lado de los enfermos, realizado con amor y consistencia, trasciende los límites de la profesión para convertirse en una misión.”
Esperamos que el Estado y otros secto-res nacionales entiendan que es urgente mejorar la situación de tantos enfermos, huérfanos de solidaridad. Seres humanos que claman al cielo, buscando el apoyo que necesitan cuando el dolor toca sus puertas.
Un segundo elemento es el grado de comercialización de los servicios médicos. Cada día aumentan, y los que no tienen seguro están condenados a morir a destiem-¡No se puede perder un minuto más!


