Por:José Herrera
Es incuestionable que la República Dominicana está a la puerta de una depresión económica. Este fenómeno es lo peor que le puede pasar a cualquier determinado país. Es un hecho que los tres objetivos fundamentales que marcan el buen funcionamiento de cualquier sistema económico son:
Primero, tener un crecimiento económico sostenido.
Segundo mantener un sistema de precios equilibrado, esto es, evitar la inflación al igual que la deflación.
Y tercero acercarse por todos los medios a la obtención de pleno empleo.
Entonces, la pregunta es, qué sucede en una alta recesión o depresión económica?
Bueno, primero desaparece el crecimiento económico de una manera aguda.
Segundo la deflación, es decir una gran disminución de los precios.
Y tercero un extraordinario aumento del desempleo de por lo menos un 20%.
Por consiguiente en lo que aquí se plantea en tiempo de depresión los objetivos macroeconómicos se derrumban. Así que desde ahora debemos empezar la preparación en la implementación de la teoría Keynesiana estimulando la demanda total, principalmente el componente gobierno, esto es, aumentando los gastos, además de la participación del Banco Central flexibilizando la política monetaria, incrementando el dinero en circulación.
Hay que tener presente la indispensable ayuda financiera internacional.
La meta debe ser aumentar la demanda total, es decir el consumo , la inversión y los gastos gubernamentales.
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