¿De qué color es la piel de Dios? dije negra, amarilla, roja, blanca es todos son iguales a los ojos de Dios. Así cantamos hace décadas este hermoso tema. Lo compartimos con nuestros lectores al conocer la sentencia que condena a Derek Chauvin, quien asfixió a George Floyd, un afroamericano que ya estaba detenido y tendido en el suelo, y quien repetía con insistencia “No puedo respirar”, mientras el exagente mantenía la rodilla sobre su cuello.
Este hecho ocurrido el 20 de mayo de 2020, que fue grabado por un adolescente de 17 años, conmovió a todos aquellos que vieron las imágenes de ese crimen. Es cruel ver como el racismo todavía encuentra espacio donde anidarse.
La correcta decisión del jurado de Minneapolis ha evitado que nuevos episodios de protestas llenarán las calles de varias ciudades norteamericanas, cuyos habitantes esperaban ansiosos la justa resolución ante un hecho tan abominable.
El abuso, el crimen y la maldad, tienen que desaparecer de la faz de la tierra, y terminarán cuando haya consecuencias para quienes se consideran que están por encima de la ley y el respeto a la vida, tanto aquí como allá.
El abuso y la brutalidad de policías en cualquier parte del mundo, deben terminar. Solo así podremos respirar en paz, sin que nadie nos niegue el oxígeno de la libertad.
“No podemos tolerar ni cerrar los ojos, ante ningún tipo de racismo o exclusión, como nos dice el papa Francisco.
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