Editorial periódico Camino
Cuando una familia ve partir a uno de sus integrantes a consecuencia de un accidente de tránsito, vemos cómo el dolor desgarra su alma, y cambia su existencia para siempre.
Por esta situación están pasando muchos hogares dominicanos, que en fracciones de segundos les llega la información de la partida a destiempo de uno de sus hijos.
Hay accidentes recientes, como el de la profesora de Villa González, y la joven graduada el pasado sábado en la PUCMM, quienes fallecieron. Estos hechos nos conmueven y llaman a una profunda reflexión, para determinar qué está ocurriendo para que estemos siendo testigos de tantos accidentes, sobre todo los fines de semana.
Son muchas las causas que están fomentando esta dolorosa realidad. Entre ellas encontramos:
- Irrespeto a las leyes de tránsito.
- Vehículos en malas condiciones.
- Choferes y conductores manejando drogados y alcoholizados.
- Patanas, y otros vehículos pesados, haciendo rebases a alta
- velocidad.
- El uso de celulares, mientras se maneja.
La cantidad de motoristas por calles y caminos que hace tiempo le perdieron el amor a la vida y están provocando accidentes.
Tenemos que tomar acciones urgentes para frenar este desorden.
No permanezcamos indiferentes frente a tantas desgracias que pueden evitarse.
Nuestro llamado es para que sin dilación, se organice una campaña de educación vial a través de todos los medios de comunicación.
Que las federaciones de transporte, compañías de taxis y sindicatos, hagan jornadas educativas permanentes entre sus miembros.
Que la DIGESET y el INTRANT, en un trabajo conjunto, hagan mayor hincapié en la implementación de nuevas estrategias para detener estas tragedias que enlutan a la sociedad.
Que no se pierda más tiempo. Defendamos la vida.