Opinión

ONUSIDA: La Urgencia Del Ahora: El Sida Frente A Una Encrucijada

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Por Dr. Amín Cruz

Un nuevo informe de ONUSIDA muestra que el mundo puede acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, pero sólo si las autoridades responsables aumentan los recursos y protegen ahora los derechos humanos.

El progreso en la lucha contra el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) en América Latina se refleja en la disminución en las muertes relacionadas con el sida y en la autonomía de recursos nacionales para la respuesta al VIH. Sin embargo, el aumento en nuevas infecciones, contrario a la tendencia global de reducción, y las tasas más altas de infecciones entre poblaciones clave y sus parejas sexuales, resaltan desafíos persistentes y la necesidad de acciones enfocadas

Un nuevo informe publicado este lunes (22/7) por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) muestra que el mundo se encuentra en un momento crítico que determinará si las autoridades mundiales cumplirán su compromiso de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.

El informe, La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada, recopila nuevos datos y casos prácticos que demuestran que las decisiones y las elecciones políticas que tomen quienes están en posición de liderazgo este año decidirán el destino de millones de vidas y si se supera o no la pandemia más mortal del mundo.

Aunque el fin del sida está a nuestro alcance, esta década, el mundo actualmente se ha desviado del camino. En todo el mundo, de los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, 9,3 millones, casi una cuarta parte, no reciben tratamiento que les salve la vida. Como consecuencia, una persona muere cada minuto por causas relacionadas con el sida.

El informe refleja un progreso continuo (aunque más lento) en el despliegue de medicamentos a las personas que viven con el VIH. Actualmente son 30,7 millones de personas las que están en tratamiento, más de 3 de cada 4 de las personas que viven con el VIH. En 2010, la cobertura del tratamiento era de tan solo el 47 %. El aumento del número de personas que acceden al tratamiento ha supuesto un logro de salud pública histórico, pues desde 2010 se han reducido a la mitad las muertes relacionadas con el sida, que han pasado de 1,3 millones a 630 000 en 2023.

Sin embargo, el mundo no va por buen camino para alcanzar el objetivo de 2025 de reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 250 000.

Aunque hemos dado grandes pasos en la prevención de nuevas infecciones por el VIH, que han disminuido en un 39 % desde 2010 en todo el mundo y en un 59 % en África oriental y meridional, el informe muestra que las nuevas infecciones por el VIH continúan aumentando en tres regiones: Oriente Medio y África del Norte, Europa Oriental y Asia Central y América Latina, y que las brechas y desigualdades persisten.

El informe de este año aporta dos avances importantes para América Latina. Las muertes relacionadas con el sida han disminuido en un 28% desde 2010, mostrando un progreso significativo en el tratamiento y la atención. Además de eso, América Latina lidera el mundo en autonomía de recursos nacionales para la respuesta al VIH, con un 96% de la financiación procedente de fuentes nacionales en 2023.

A pesar de estos éxitos, el número anual de nuevas infecciones por VIH en América Latina aumentó un 9% entre 2010 y 2023, en dirección contraria al promedio mundial – reducción del 39%. En 2022, una proporción significativa (66%) de las nuevas infecciones por VIH se produjeron entre personas de poblaciones clave y sus parejas sexuales:  de 2010 a 2022, las tasas son un 20% más altas entre hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombres, un 42% más altas entre trabajadoras sexuales y un 19% más altas entre mujeres transgénero.

Las autoridades mundiales se comprometieron a reducir las nuevas infecciones anuales a menos de 370.000 para 2025 en todo el mundo, pero las nuevas infecciones por el VIH siguen siendo más de tres veces superiores a esa cifra, y a día de hoy se sitúan en 1,3 millones en 2023. En América Latina, se registraron 120 000 nuevas infecciones en el mismo periodo. Y ahora los recortes de recursos y el aumento de la presión contra los derechos están poniendo en peligro todo el progreso logrado.

Como nos dice el título del informe, estamos en una encrucijada. Podemos tomar el camino que sigue castigando a las personas por lo que son, por lo que aman, por cómo trabajan, y ese es el camino por el que nunca podremos poner fin al sida como amenaza a la salud pública”, afirma Luisa Cabal, directora regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe. “O podemos elegir el camino de la protección de los derechos, del respeto a los demás, de seguir la ciencia y la evidencia. Este es el camino que ha conducido a la reducción de nuevas infecciones y a vidas sanas y plenas.”

La alta prevalencia del VIH emerge como un problema crítico entre las poblaciones afrodescendientes e indígenas de América Latina. En Brasil, la prevalencia del VIH entre las mujeres afrodescendientes es el doble que en el conjunto de la población femenina. Las comunidades indígenas también se enfrentan a altas tasas de prevalencia: 9,5% entre los waraos de Venezuela, 7,5% entre los chayahuita de Perú y 7% entre las mujeres wayuu de Colombia.

El estigma y la discriminación siguen perjudicando la salud y el bienestar de las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo. Las encuestas del Índice de Estigma 2.0 realizadas en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Perú muestran que alrededor del 15% de las personas encuestadas han experimentado estigma al buscar servicios relacionados con el VIH, y más de una cuarta parte (27%) afirmaron haber experimentado estigma al intentar acceder a otros servicios sanitarios.

“El informe demuestra que los servicios de prevención y tratamiento del VIH solo llegarán a las personas si se respetan los derechos humanos, si se eliminan las leyes injustas contra las mujeres y contra las comunidades marginadas, y si se abordan directamente la discriminación y la violencia”, afirma Cabal. “En América Latina ha habido una tradición de las cortes protegiendo los derechos relacionados con el VIH. Necesitamos continuar en ese camino y en la protección de las poblaciones clave. Estas son las personas que se están quedando atrás y por eso tenemos ese aumento en nuevas infecciones en nuestra región.”

La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada nos recuerda que las decisiones tomadas este año determinarán si se cumplirán los objetivos mundiales, si el sida terminará como una amenaza para la salud pública para 2030 y si lograremos construir una respuesta sostenible al VIH.

La falta de solidaridad entre y dentro de los países está poniendo en jaque el progreso, pero el camino que pone fin al sida es una senda que ha sido probada y que las autoridades mundiales han prometido seguir. Si cumplen su promesa de poner fin al sida, su decisión será tanto política como económica. Ahora es el momento de elegir el camino correcto, afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA

“La erosión de la solidaridad entre los países y dentro de ellos amenaza el avance (…) Que los líderes cumplan o no su promesa de poner fin al SIDA es una decisión política. Ahora es el momento de elegir el camino correcto.” Winnie Byanyima

 Dr. Amín Cruz CEO Presidente Fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.

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