
Por: J. Luis Rojas
Una de las iniciativas de desarrollo más significativas y ambiciosas del presidente Luis Rodolfo Abinader Corona ha sido, sin duda, la creación del Fideicomiso Pro-Pedernales, formalizada mediante el decreto núm. 724-20, emitido el 22 de diciembre de 2020. Dicho decreto establece como objetivo esencial el desarrollo de infraestructuras y la promoción de la inversión turística en la provincia de Pedernales. En esta iniciativa, se priorizan los mecanismos de fideicomiso y las alianzas público-privadas para impulsar el turismo sostenible, dinamizar la economía regional y generar empleos dignos.
Por la magnitud y los diversos impactos que conlleva una estrategia de desarrollo regional como Pro-Pedernales, resulta ineludible emprender esfuerzos continuos, creativos, creíbles e integrales de comunicación pública que informen, eduquen y orienten a la ciudadanía sobre las decisiones y acciones que emanan diariamente de esta iniciativa gubernamental. Se busca implementar un concepto turístico distinto al de otras regiones del país.
La ausencia de estrategias, actividades y acciones comunicacionales ha provocado que amplios sectores de la población desconozcan los aspectos positivos del Fideicomiso Pro-Pedernales. Pocos saben, por ejemplo, que el Estado dominicano actúa como fideicomitente y fideicomisario a través de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP). Tampoco se ha comunicado que un comité presidido por el Ministro de la Presidencia coordina los trabajos, elabora lineamientos operativos, aprueba presupuestos y autoriza proyectos de infraestructura. Entre los beneficios esperados figuran la atracción de inversión privada, la creación de empleos dignos y la consolidación de los servicios turísticos en la zona.
La falta de comunicación gubernamental efectiva y oportuna ha contribuido a que, cinco años después, muchos dominicanos aún desconozcan que el presidente Abinader impulsa el desarrollo de Pedernales como un nuevo polo turístico sostenible, orientado a dinamizar la economía del suroeste del país. El proyecto Cabo Rojo, concebido como plan maestro, abarca un área de 38 millones de m² entre zonas protegidas y áreas costeras. Su ejecución está prevista en cuatro fases a lo largo de diez años, con una inversión total estimada en US$2,245 millones. La primera fase contempla US$1,300 millones para la construcción de 4,700 habitaciones hoteleras, un aeropuerto internacional, acueducto, planta de tratamiento, sistema eléctrico, centro comercial y paseo botánico.
Una estrategia de desarrollo como Pro-Pedernales requiere de un equipo humano dedicado, empoderado y con las competencias necesarias para diseñar, implementar y gestionar actividades de comunicación de forma permanente. Por ejemplo, los dominicanos deberían saber que ya se han firmado alianzas con seis cadenas hoteleras: Hilton, Marriott, Sunwing, AMResorts, Iberostar Group y Karisma Hotels & Resorts.
Según la escasa información disponible, en el eje de infraestructura y servicios se proyecta la construcción de viviendas económicas para empleados del sector turístico, la recuperación de la pista de Cabo Rojo como rambla turística, la creación de una marina y club náutico, así como la implementación de energías sostenibles y el respeto a las áreas protegidas. El proyecto busca integrar atractivos naturales como Bahía de las Águilas, Hoyo de Pelempito, Laguna de Oviedo e Isla Beata, todo enmarcado en un modelo de turismo ecológico y responsable.
Se estima que el Fideicomiso Pro-Pedernales generará más de 20,000 empleos directos y 50,000 indirectos. También se persigue la transformación socioeconómica de la región sur y el posicionamiento de Pedernales como destino turístico de clase mundial. Sin embargo, los esfuerzos comunicacionales siguen sin materializarse, a pesar de que han transcurrido casi cinco años desde el anuncio presidencial. Además de divulgar sus bondades, es necesario orientar a la ciudadanía sobre los desafíos estructurales, sociales y legales que rodean esta iniciativa.
No todo es color de rosa. Pro-Pedernales presenta aspectos positivos y negativos. Entre las restricciones que enfrenta se encuentran: conflictos por la tenencia de tierras, falta de regularización catastral, desplazamiento de comunidades vulnerables, insuficiente capacitación laboral, presión sobre ecosistemas frágiles, limitaciones en conectividad, déficit energético y de agua potable, y dificultades para captar nuevos mercados. Es fundamental evitar replicar malas prácticas de otros polos turísticos del país. Se debe superar el modelo tradicional de sol y playa, integrando cultura, ecoturismo, gastronomía y experiencias comunitarias que atraigan segmentos diversos.
¿Cuándo llegará la comunicación al Fideicomiso Pro-Pedernales?
La comunicación pública gubernamental (CPG) es clave para construir una gobernanza próspera y fomentar una gestión pública participativa y sostenible. Entre sus atributos más relevantes destacan: credibilidad, creatividad, ética, objetividad, sentido de oportunidad, interactividad, participación, institucionalidad, transparencia, coordinación y seguimiento continuo.
La comunicación gubernamental contribuye a establecer relaciones colaborativas entre gobernantes y gobernados, siempre que se gestione desde lo estratégico más que desde lo mediático. Es innegable que una adecuada gestión de la CPG es esencial para preservar la calidad y el buen desempeño de la gobernanza democrática. Sus contenidos generan sinergias positivas entre los intereses del gobierno y los de la sociedad civil.
Para que la CPG agregue valor a la gobernanza, la gestión pública y las relaciones gobierno-sociedad, es imprescindible que cada agencia gubernamental administre de forma inteligente y coordinada sus acciones comunicativas, internas y externas, alineadas con las políticas, ejes, objetivos y estrategias trazadas desde una estructura orgánica superior, como la Dirección de Estrategia y Comunicación Gubernamental (DIECOM).
Uno de los pecados capitales de la CPG es la ausencia de talento humano con las competencias, habilidades y experiencia necesarias para formular, ejecutar y supervisar políticas comunicacionales que acompañen las decisiones y acciones del gobierno en todo momento y circunstancia. Como señala Zazil Chagoya (2014): “Para los gobiernos, sus departamentos de comunicación son importantes, ya que al interior de estos es donde deben generarse las ideas, tomarse las decisiones comunicativas, dárseles tratamiento a los mensajes, sostener posturas ciudadanas y oficiales, incluso en momentos de crisis…”
En resumen, el Fideicomiso Pro-Pedernales representa un proyecto extraordinario de desarrollo sostenible; sin embargo, aún carece de estrategias gubernamentales de comunicación pública que sean creíbles, efectivas y oportunas. Es innegable que, durante los cinco años de gestión del presidente Abinader, se han alcanzado logros significativos en materia de desarrollo económico y social en la República Dominicana. No obstante, amplios sectores de la ciudadanía desconocen muchos de estos avances, debido a la ausencia de esfuerzos sostenidos y eficaces de comunicación gubernamental institucional con fines informativos y educativos.


